Cuando una pareja no hace lo necesario para mantener la relación, a medida que pasa el tiempo se puede deteriorar a tal grado que el compromiso y la voluntad por permanecer juntos se desvanece.
A veces las personas actúan como si el amor fuera ciego y eterno, haciendo caso omiso a las señales que indican la distancia y la disconformidad. Y sin darse cuenta, llega la separación.
“Las ideas sobre que el amor es mágico y muy romántico pueden provocar quiebres en las relaciones porque tiendes a no hacerte responsable de tus acciones cotidianas, ni tampoco aprendes a querer, admirar, respetar y amar a una persona real con todas sus virtudes e imperfecciones”, explica la psicóloga Marisol Castillo, experta en sexualidad y técnicas psicológicas para la vida moderna.
En ese sentido, dice que las relaciones necesitan coherencia entre lo que se dice y se hace, que existan proyectos comunes, respeto, capacidad de divertirse y una sexualidad placentera. Todo para enfrentar el proceso de vida en común, que no siempre es un paraíso soñado.
Existen elementos que indican que una relación está llegando a su fin:
1. Perder el respeto por la individualidad y naturaleza del otro
2. Mirar en polaridad, las cosas son blanco o negro, perdiéndose los matices de grises que tiene la vida y convivencia
3. Sexualidad poco placentera
4. No tener proyectos comunes
5. Vivir en competencia
6. No tener límites claros
7. Dejar de expresar y conversar
8. Infidelidad
Vale la pena considerar que dentro de una relación de pareja se encuentran dos mundos completamente diferentes, donde la forma de interpretar los actos puede llegar a ser muy distinta, pero que el punto de encuentro son los acuerdos.
“El amor y los sentimientos de atracción no son sólo el pilar fundamental para mantener en el tiempo y calidad la relación, sino que cada uno debe cultivarse y cuidarse mutuamente, haciéndose cargo de las distinciones y consensos a los que se llega”.
