El “hombre más afortunado del mundo” salva la vida 7 veces y gana lotería

Frano Selak es un viejo profesor de música croata, llamado “el hombre más afortunado del mundo” después de que lograra escapar a la muerte en no menos de siete ocasiones y ganar casi 700 mil euros a la lotería hace 5 años (cerca de 12 millones de pesos).

Frano regaló gran parte del premio a familiares y amigos, dice que ahora es más feliz.

En 1962, un tren en el que viajaba a Sarajevo descarriló y se precipitó a un río helado. Diecisiete personas murieron ahogadas y el pudo llegar a la orilla del río sufriendo de hipotermia, golpes, moratones y un brazo roto.

Un año más tarde, Selak volaba de Zagreb a Rijeka cuando una puerta del avión se abrió y fue absorbido hacia el exterior. Unos minutos después el avión se estrelló; 19 personas murieron. Selak se despertó en un hospital, había sido encontrado en un montón de heno y sólo tenía heridas leves.

En 1970 iba conduciendo cuando su coche empezó a arder. Consiguió parar y salir justo antes de que el depósito explotara convirtiendo el auto en una bola de fuego.

En 1995 fue atropellado por un autobús en Zagreb, pero sólo tuvo heridas superficiales.

En 1996, mientras conducía por una carretera de montaña, un camión invadió su carril. Lanzó el coche a través del quitamiedos, saltó del coche, aterrizó en un árbol al borde de un precipicio y vio su auto explotar 100 metros más abajo.

“No se si soy el hombre más desgraciado del mundo o el más afortunado. Prefiero pensar lo segundo”, afirmaba el croata a unos periodistas en junio de 2003.

Unos días después Selak compra sus primeros boletos de lotería en 40 años y gana  700 mil euros.

Si se le pregunta a Frano, cuando ha sido más feliz en su vida, no duda en responder que ahora. Y es que con sus 81 años, dice que nunca ha sido más dichoso después de vender su casa de lujo dando su fortuna a familiares y amigos y regresar a una modesta casa en su ciudad natal Petrinja.

Con lo único que se ha quedado es con un poco de efectivo para pagar la operación de cadera de su esposa de 60 años de edad y para construir un santuario a la Virgen María para dar gracias por su suerte.