Antes de empezar quiero aclarar que, como me faltaban sinónimos “publicables” para la palabra sexo, usé todos los que recomendaron en Twitter y quedó divertido. Ahora sí:
La disminución en la frecuencia de las relaciones sexuales con tu pareja es normal; sobre todo cuando los 2 trabajan. Pero deberían estabilizarse en “algunas” veces a la semana. Lo normal en México hasta 2009, era poco más de un episodio semanal. Y mantener esa frecuencia es un esfuerzo constante por parte de los dos. Ya hablé de cómo fornicar mejor pero ni esos consejos sirven cuando las fallas vienen de otros problemas.
A veces, ambos prefieren no refocilar para ahorrarse problemas. Ya que pelean menos cuando no lo hacen o llegaron al punto donde son mejores amigos y así se quieren quedar. En otras ocasiones, uno de los dos se niega constantemente a ensabanarse. Lo que deviene, por fuerza, en baja autoestima y rencor por parte del rechazado. Quien terminará buscando, justificadamente, el coito fuera de casa si los problemas no se arreglan.
Creo firmemente que, cuando se trata de ponerle, la respuesta siempre debe ser sí. Aunque no tengas ganas. Mantener tus relaciones carnales saludables es cuestión de disciplina y de intentar cosas nuevas.
La falta de sexo es un síntoma que debe atenderse urgentemente. No entiendo a las parejas que, además de vivir un infierno de celos y peleas, pasan meses y hasta años sin copular. Una vida sin sexo no se le desea a nadie porque, a todo se acostumbra el hombre menos a no coger. ¿O cómo era?
Gracias a todos los que contribuyeron en esta columna.