Gran oportunidad para el campo mexicano

En México este 2013 ya somos 118,395,054 habitantes de acuerdo a cifras de CONAPO y una de cada cuatro habita en localidades menores a 2,499 habitantes, es decir, localidades rurales.

Mientras que 12.3% de la población económicamente activa se dedica a las actividades agropecuarias como principal fuente de ingresos por lo que la población rural y su contribución a la economía nacional es de gran relevancia.

Contamos con un territorio nacional de 198 millones de hectáreas de las cuales 145 millones se dedican a la actividad agropecuaria, es innegable que el sector agrario está pasando por un momento muy especial, las cifras lo demuestran y el compromiso del Gobierno Federal a través de la implementación de políticas transversales lo ratifica.

Cada centavo invertido en el agro se traduce en empleo y bienestar social. La mayor productividad del campo y lograr una soberanía alimentaria debe ser una prioridad en la agenda nacional. La seguridad alimentaria significa que cada niño, cada mujer y cada hombre deben tener la certeza de contar con el alimento suficiente cada día.

La importancia de que exista seguridad y soberanía alimentarias en el país, radica en contar con una producción nacional que satisfaga las necesidades alimentarias locales.

Para lograr una seguridad alimentaria genuina, los pueblos de las áreas rurales deben tener acceso a tierra productiva y a precios justos por sus cosechas, de manera que les permita gozar de una vida digna; buscar que se modifiquen las reglas de operación para hacer accesible los programas a los productores.

Esto debe acompañarse también de políticas públicas que eviten la especulación en los precios de los alimentos que hagan frente a la volatilidad de los mercados mundiales y atiendan, principalmente, la competencia inequitativa de los monopolios empresariales que dominan el mercado alimentario.

El crecimiento del sector agrícola se verá fortalecido por una gran demanda proveniente principalmente del mercado externo, tan solo con los recientes acuerdos realizados con China se estima que México tendrá exportaciones agroalimentarias por mil millones de dólares en el corto y mediano plazo.

Los datos que revela el Fondo Internacional para Desarrollo Agrícola muestran cómo la producción de alimentos en países en desarrollo deberá duplicarse para el 2050 debido al crecimiento del ingreso disponible de las economías emergentes, la mejora en la calidad de la dieta y el incremento en la población mundial, proyectada en 9,000 millones de personas.

Este es un gran desafío para la transformación del sector productivo que deberá buscar: mejoras genéticas, tecnologías de punta, agricultura de precisión, automatización, desarrollo de núcleos, economías de escala, valor agregado y todo, con enfoque de mercado.

Ante este escenario, se abren oportunidades para México, que cuenta con un sector agrícola en crecimiento y con un gran potencial. Pero el principal ganador de apostarle al campo es el país entero. Según el Banco Mundial el crecimiento económico originado en la agricultura es 2,7 veces más efectivo para reducir la pobreza, que el que se presenta en otros sectores. Esto se debe al efecto multiplicador que tienen las inversiones en la agricultura, según el Fondo Internacional para Desarrollo Agrícola, éstas impactan entre el 30% y el 80% al resto de la economía.

Por ello, invertir en el desarrollo de la competitividad que nos introduzca a mercados internacionales es fundamental.

Por su parte SAGARPA está fortaleciendo programas como PROCAMPO , Apoyo a la Inversión en Infraestructura y Equipamiento, Desarrollo de Capacidades, Innovación y Tecnología con el objetivo de fortalecer la competitividad y la complementariedad entre pequeños productores e integradores con capacidad para fomentar el desarrollo.

La SAGARPA llevara a cabo una estrategia para posicionar los productos emblemáticos como el maíz, al tomate mexicano, junto con el aguacate, las hortalizas; a través 30 pabellones de México tanto en Europa del Este como en Asia, Canadá, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, apoyando de esta manera a cerca de 1,700 productores este año.

Las ventajas de nuestro país son envidiables. El potencial productivo de México es muy promisorio por la amplia disponibilidad de tierras con vocación agrícola, espacio para mejorar la productividad y el manejo poscosecha de los alimentos, oferta de recursos naturales como agua y biodiversidad, condiciones climáticas tropicales que permiten la producción de alimentos durante todo el año.

El país debe continuar avanzando en la transformación del sector rural para alcanzar un desarrollo sostenible y sustentable que le permita ganar una posición como abastecedor de alimentos y materias primas y contribuir a la generación de empleo, bienestar y riqueza en el campo mexicano. El gran salto en productividad para la competitividad, tiene que ser con los más altos estándares internacionales.

Es primordial aumentar de manera considerable la inversión pública en investigación, infraestructura y transferencia de tecnología que tienda un puente hacia la Agricultura sustentable aplicando solo las tecnologías apropiadas para generar fuentes de abasto protegiendo el medio ambiente y el subsuelo, basadas en la biotecnología y la utilización de biofertilizantes para que la producción y consumo no se vuelvan sinónimo de degradación ambiental, de uso indiscriminado de recursos naturales, de una alta generación de residuos y emisiones, y de una importante reducción en la disponibilidad futura de los recursos naturales.

De esta manera México podrá enfrentar los grandes retos, desafíos y oportunidades de un mundo que cada vez demandará más alimentos.

Rosa Maria Oviedo Flores
rosyoviedo@hotmail.com