8 Lecciones de Tristeza en Intensa-Mente de Disney-Pixar

La reciente película de Disney-Pixar: Intensa-Mente muestra la crisis en el cerebro de la joven protagonista generada por el estrés de una mudanza. Una suma de frustraciones hace que aflore una emoción que hasta ese momento no había tenido demasiado peso: la tristeza.

A través de un viaje en paralelo por el mundo interior y exterior de la preadolescente, Pixar muesgtra que bloquear las emociones es un grave error.

8 Razones para dejar aflorar la tristeza:

1. El bloqueo de una emoción puede ser un mecanismo automático de protección. Cuando la tristeza y otras emociones desagradables son muy intensas o nos generan sensación de descontrol, tendemos a negarlas. Lo cual, en general, tiende a amplificarlas, explica Gonzalo Hervás, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y experto en emociones y psicología clínica.

2. Al bloquear la tristeza, en ocasiones, pueden generarse trastornos de ansiedad o de somatización, como problemas dermatológicos o del aparato digestivo. “Aunque la mayoría de las veces la consecuencia es la depresión”, afirma, “por ejemplo, cuando tras una muerte cercana la persona no es capaz de vivir el duelo con normalidad”.

3. El personaje de Tristeza en Intensa-Mente es una peqeña gordita, con gafas y un jersey de cuello pasado de moda: un estereotipo de lo que nuestra sociedad consideraría impopular. “Desde pequeños aprendemos que la expresión de la tristeza no está muy bien aceptada, nos empiezan a castrar esa emoción diciéndonos: no llores, no pasa nada”, afirma la psicóloga Sánchez Lebrato, “las personas tienen la sensación de que si se muestran tristes ante los demás no les van a aceptar”.

4. Negar la tristeza no acaba con ella, de igual modo que construir un dique no hace que se evapore el agua. La psicoterapeuta ha tratado a pacientes a quienes esa pena que no se procesó en su momento les ha brotado años después. Esas personas acaban reconociendo, por ejemplo, que cuando murió su padre no fueron capaces de llorar, o que cuando su hijo sufrió un accidente tuvieron que hacerse fuertes para asumir todo lo que se le venía encima a la familia.

5. Junto a la ira, la alegría, el asco, el miedo y la sorpresa (esta última, por cierto, sin personaje en la película de Pixar), la tristeza es una de las seis emociones elementales que se generan en el sistema límbico de nuestro cerebro, concretamente, en la amígdala cerebro. Su activación no depende solamente del entorno: “Lo que percibimos, lo que interpretamos, nuestra personalidad y nuestros recuerdos son cuatro elementos clave en el proceso de generación de emociones a nivel psicológico”.

El miedo nos pone alerta para reaccionar con rapidez ante una amenaza; el asco produce respuestas de escape ante situaciones potencialmente dañinas; la ira moviliza gran cantidad de energía para actuar sobre un comportamiento externo que consideramos injusto. Todas las emociones provocan reacciones fisiológicas y motoras encaminadas a promover una respuesta determinada.

6. La tristeza genera inactividad y desmotivación, así como un ligero aumento de la actividad cardiaca y neurológica. Sirve para fomentar la reflexión y el análisis tras una pérdida o un fracaso, para ahorrar energía después de una época de mucho desgaste o para pedir ayuda y evocar comportamientos de cuidado en otros.

7. Las emociones también cumplen una función social. Observar la expresión de las emociones en los demás nos permite anticipar sus reacciones y adaptar nuestra conducta. Si estamos discutiendo con alguien y vemos que empiezan a llorarle los ojos, probablemente sintamos empatía y nos apacigüemos un poco, algo que no ocurrirá si esa persona finge que lo que le decimos no le está afectando.

8. Negar la tristeza, además de empeorar las cosas, también nos hace perder la ocasión de recibir un abrazo largo y cariñoso que nos recuerde, en un momento vulnerable, que no estamos solos en el mundo.

tristeza de pixar

¿Es obligatorio estar feliz?

“Nuestra sociedad cada vez tiene menor tolerancia a cualquier tipo de sufrimiento y malestar. La necesidad de sentirnos felices hace que muchas veces no soportemos convivir con la tristeza”, reflexiona Narcís. “Debemos aprender a aceptar que no siempre vamos a conseguir lo que queremos y que, además, vamos a sufrir pérdidas”.

Aspiramos a un trabajo en el que nos sintamos totalmente realizados, pero que tenga un buen sueldo y nos deje tiempo libre; experiencias nuevas, viajes exóticos y, también, ahorrar; queremos cultivar nuestros lazos familiares sin renunciar a tener tiempo para nosotros mismos el fin de semana; una relación amorosa duradera en la que jamás se apague la chispa.

La paradoja de la búsqueda de la felicidad en todos los aspectos de la vida es que nuestras posibilidades de frustración aumentan. Y la frustración invoca a su vez a la tristeza, lo último que estábamos buscando.

Las buenas noticias son que ese camino también puede recorrerse en el sentido contrario. El cómico estadounidense Louis C.K. explicaba la maravillosa experiencia que había sentido al dejar que la tristeza le “golpeara como un camión” cuando, en lugar de huir del sentimiento de soledad, decidió entregarse a él.

“Empecé a llorar de una manera brutal y fue precioso”, el premio por acoger esa emoción que tanto tiempo llevaba negando fue una liberación de tensión.

La entrevista concluía con la siguiente reflexión: “Es una pena que por no enfrentarte a ese primer momento duro de la tristeza la bloquees (…) porque así nunca vas a sentirte completamente triste, ni completamente feliz”.