Se libró de ataque sexual mientras corría. La pelea quedó registrada en su app de fitness

Kelly Herron, de 36 años, suele salir a correr al Golden Gardens, un parque de Seattle. La semana pasada, mientras entrenaba para su maratón, se acercó a un baño público del parque y allí, Gary Steiner, un vagabundo de 40 años, la abordó y le dio varios puñetazos en la cara.

Tras varios forcejeos, el hombre le bajó los pantalones, comenzó a tocarla e intentó violarla. Herron comenzó a gritar, pero nadie acudió en su ayuda. “Mi peor pesadilla se hizo realidad”, reconoce. Pero entonces, recordó lo que le dijeron en sus clases de defensa personal: “Hay que ser fuerte y no tener miedo. Si sientes miedo, es importante que el agresor no lo sepa”. Así que decidió pasar a la acción: agarró la cara de Steiner y lo empujó hacia atrás. Siguió cada paso que le habían recomendado y consiguió salir de la situación. “Me repetía: ‘No voy a ser violada, no voy a ser violada’. Intenté escapar desesperadamente, hasta que lo conseguí. Después comencé a golpearlo en la cara y lo encerré en el baño, en lo que llegaba la policía”, explicó Herron en su Instagram.

En la imagen de la publicación, Herron adjuntó el movimiento que registró el GPS de la app de fitness que usa para medir la distancia que recorre. Sin contexto, sería sólo un garabato de formas abstractas, pero es una representación poderosa de los momentos de angustia que vivió.

Cuando la policía detuvo al agresor, descubrieron que es un delincuente sexual de nivel 3, condenado anteriormente por agredir a varias mujeres en Arizona. En esta ocasión, es acusado de intento de violación y asalto en segundo grado.