5 Tips para leer la mirada de tu pareja

Los ojos son la venta del alma, dice el refrán y en cuestión de pareja tiene mucho de verdad. La mirada es uno de los mecanismos más eficaces para transmitir emociones, a veces incluso sin darnos cuenta.

Hablamos a diario de miradas dulces, cálidas, profundas, frías, ardientes, perdidas, penetrantes… a menudo usamos expresiones como “me fulminó con la mirada”, “me comía con los ojos”.

Entonces, cómo me mira mi pareja me puede estar diciendo muchas más cosas de las que me dicen sus palabras.

¿Qué provoca una mirada?

1. Provoca excitación

Mirar directamente a los ojos de una persona (de tu preferencia sexual) causa una reacción seductora. Sin embargo, la manera en que esta excitación se interprete depende de las personas involucradas en la circunstancia. Si un extraño en la calle se te queda viendo puede ser visto como una amenaza y provocar una respuesta de miedo. Pero una mirada directa de una pareja sexual en potencia causa inmediata excitación. Es una suerte de sutil invitación sexual.

2. La mirada transmite honestidad

Los ojos te dirán si una sonrisa es falsa o verdadera. El psicólogo Paul Ekman ha distinguido entre sonrisas que representan una genuina alegría (sonrisa “Duchenne”) y sonrisas falsas que pueden ser usadas para fingir alegría o cubrir alguna otra emoción. La clave está en los ojos.

Cuando la sonrisa es real, los ojos se adelgazan y crean líneas, o “patas de gallo” en las esquinas.

3. Muestra el interés de la persona

La dilatación de la pupila es señal de interés. En un estudio, las pupilas de una mujer fueron dilatadas artificialmente. Cuando les mostraron fotografías de la misma mujer con pupilas dilatadas y sin ellas, los voluntarios invariablemente calificaron a la primera como más atractiva.

4. Una mirada mutua es signo de amor

La investigación en torno al amor ha encontrado que cuando una pareja de personas se mira prolongadamente a los ojos, esto es una buena señal de que están enamorados.

5. El contacto visual es una buena clave ante el engaño, pero no de la manera que imaginas

Todos asumen que un mentiroso no te mirará a los ojos, pero investigaciones en signos no verbales encontraron que un mentiroso intenta hacer más contacto visual de lo normal. La explicación es que el mentiroso va un paso más allá para tratar de convencerte de su veracidad, así que exagera este gesto lo más que puede.