Sarah nació completamente sorda debido a un gen que impidió que le crezcan los vellos de su oído interno. El implante para un oído y que pudiera escuchar luego de 24 años costó 30 mil dólares, y lo pagó su suegra. El caso se hizo viral y Ellen Degeneres la invitó a su programa.
Nunca esperó que la conductora le diera el mejor regalo que había recibido hasta ese momento…