10 mitos y verdades del mezcal

Si quieres curar las penas, no te pierdas ésto que hemos preparado para ti:
La graduación
El mezcal no se puede tomar a alta graduación. Es una falsa idea promovida por productos industrializados que se estandarizó a nivel mundial que las bebidas vienen con 40 grados de alcohol o menos, pero no tiene que ser así.
El regulador
La categoría del mezcal es regida por el Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal A.C., COMERCAM, es un dato útil pues al revisar en sus botellas el sello COMERCAM sabrás si tienes en sus manos un mezcal o no.
Cómo se toma
El mezcal no se diferencia del tequila por el gusano, de hecho el mezcal no se toma con gusano en las comunidades. El mezcal se toma solo.
¿No hay mujeres?
Se dice que en el mundo del mezcal no hay mujeres… Pero hay mujeres que incluso saben más del mezcal que los hombres, y hoy día las chicas se están incorporando cada vez más a la industria del mezcal.
Su consistencia
El mezcal tiene una consistencia ahumada que no se mezcla y así lo consumen muchas personas.
¿En dónde se produce?
El mezcal se produce en casi todos los lugares de México donde hay agaves. Son famosos los mezcales norteños y los de Oaxaca, pero casi no hay lugar donde no se fabrique mezcal.
Su origen
También el mezcal, aunque sea posterior al pulque, tiene su mito: un rayo, al golpear un agave, se hizo la primera tatema, así que también es bebida de los dioses.
Distintos tipos
Las distintas clases de mezcal dependen del maguey y el clima, de la técnica de destilación y del recipiente donde se le deja reposar. El comiteco de Chiapas, el bacanora de Sonora, la raicilla y barranca de Jalisco y Nayarit, la tuxca o quitupán de Colima y hasta el tequila son variantes del mezcal
Sus usos
En la medicina tradicional, el mezcal, como el alcohol de caña, se utilizan para sobar y limpiar. Con él se bendicen también las milpas, las construcciones y las cruces.
La costumbre
En el Valle de Oaxaca, se acompaña a los santos difuntos al panteón, el 2 de noviembre y se vierte el último trago encima de los sepulcros, para que las ánimas vayan bien despedidas.