10 Revelaciones del ataque de talibanes a niños en una escuela militar de Pakistán

Talibanes armados irrumpieron el martes en una escuela militar en la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, mataron a 141 personas, de los cuales 132 eran menores.

Las autoridades locales lo describen como el peor atentado que sufre el país en años. El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó el asalto y se dirigió a Peshawar para mostrar su apoyo a las víctimas.

1. El ataque fue realizado por siete milicianos talibanes con chalecos llenos de explosivos y que dispararon a mansalva.

2. 132 de los muertos eran niños y que otros nueve eran personal de la escuela.

3. La mayoría de las víctimas eran estudiantes de la escuela militar, donde acudían niños y adolescentes de entre primer y décimo grado.

4. Los atacantes son milicianos del grupo talibán Tehreek-e, un grupo armado paquistaní que trata de derrocar al gobierno.

5. Hay decenas de personas heridas en hospitales locales mientras padres aterrados buscaban a sus hijos.

6. Fuera de la escuela, a primera hora de la tarde se escucharon dos fuertes explosiones de origen desconocido, mientras soldados paquistaníes se enfrentaban a los atacantes. En torno al centro se desplegaron vehículos blindados.

7. Imágenes de la televisión paquistaní mostraban a los estudiantes, vestidos con sus uniformes verdes, huyendo del lugar. También mostró a soldados rodeando la zona y haciendo retroceder a quienes se agolpaban en el exterior. Las ambulancias corrían desde la zona a los hospitales locales.

8. El primer ministro prometió que el país no se vería intimidado por la violencia y que el ejército seguiría con una agresiva operación lanzada en junio en la zona tribal de Waziristan del Norte para derrotar a los insurgentes.

9. El portavoz talibán Mohamed Jurasani se atribuyó el ataque en una llamada a los medios, diciendo que seis atacantes suicidas habían realizado el asalto en represalia por la muerte de talibanes a manos de las autoridades paquistaníes.

10. El ejército paquistaní lanzó en junio una amplia operación militar en la zona tribal de Waziristán del Norte, prometiendo que perseguiría a todos los grupos milicianos operando en la zona. Al lanzar la operación, civiles y fuerzas de seguridad temieron una represalia de los milicianos atacados, pero hasta el martes no se había producido una gran operación de venganza.

“Mi hijo estaba vestido de uniforme esta mañana. Ahora está en un ataúd”, se lamentó un padre, Tahir Ali, cuando llegó al hospital a recoger el cuerpo de su hijo de 14 años, Abdulá. “Mi hijo era mi sueño. Han matado a mi sueño”.