10 Tesis sobre el Homo Twitter

1. El Homo Twitter no es un ser humano chiflando sino, en sentido metafórico, un pájaro que se cree ser humano. Esta metáfora vuelve a la acción de tuitear el centro de Twitter y al tuitero el producto de sus tweets. El Homo Twitter existe por sus tweets, por el sonido de sus chiflidos, y no al revés. Por eso el Homo Twitter puede ser anónimo o no, el resultado siempre es el mismo. Lo que importa es el tweet, la arquitectura del tweet, su mayor o menor capacidad de conectar con los demás. El silencio es la muerte del Homo Twitter

2. El Homo Videns mató al Homo Sapiens y el Homo Twitter mató al Homo Videns, o mejor, la imagen sucumbió al tweet. El Homo Twitter no es la salvación o la reposición del Homo Sapiens, moribundo por el efecto adormecedor del bombardeo indiscriminado de imágenes; es simplemente un nuevo estadío en la cadena evolutiva, un estadío diferente a todos los precedentes. Sólo el tiempo dirá en que magnitud marcará a la especie humana. Por lo pronto, el Homo Twitter es síntesis de su tiempo, no renuncia a las imágenes con las que ha crecido pero tampoco a la palabra escrita (talón de Aquiles del Homo Videns), entiende la comunicación como la emisión de mensajes breves y concisos, pero al mismo tiempo persuasivos, apoyados con tweetpics, tweetcams y links virtuales que obligan a ampliar la mirada, en un ir y venir permanente entre lo abstracto y lo concreto, entre lo implícito y lo explícito.  El Homo Twitter no renuncia a la interacción, se niega a ser una esponja receptora pasiva de imágenes, por lo que reacciona a todos los estímulos que recibe. Opina, critica, convalida, rechaza, repudia.

3. El Homo Twitter subvierte la cultura del video y restituye la cultura de la escritura, pero breve y críptica. La era digital nos acostumbró a los mensajes breves y concisos. Sólo la brevedad asegura receptores. El Homo Twitter lo asimiló rápidamente e incluso le puso un límite a la escritura: 140 caracteres por tweet, bajo la premisa de que no hay una sola idea o pensamiento que no pueda ser expresada correctamente dentro de esos límites.

4. El Homo Twitter es incapaz de abstraer rollos, piensa en corto. La cultura digital inhibió en los seres humanos la capacidad de concentración y comprensión frente a textos demasiado largos y complejos. De algún modo, ambos aspectos han contribuido a transformar las posibilidades y el potencial del pensamiento humano. El Homo Twitter, ha dejado las honduras del pensamiento a los iniciados, y prefiere moverse en la superficie, en el pensamiento en corto, inmediato, directo, sin florituras ni barroquismos, ahí se siente seguro; en la simplicidad encuentra su zona de confort. Si la comunicación es posible para el Homo Twitter es porque no exige grandes elaboraciones, el pensar en corto es lo suyo.

5. Para el Homo Twitter el tweet es metáfora de la expresión. En el Homo Twitter expresarse se ha vuelto una metáfora. En efecto, el Homo Twitter no habla, tuitea; no escribe, tuitea; no lee, sólo escucha los chiflidos de los demás Homo Twitter. Por efecto de Twitter, la expresión humana se ha vuelto la acción de tuitear. La palabra escrita ha sucumbido al tweet. Las opiniones y las ideas se vuelven expresiones del tweet. Pero el tweet es intangible, efímero, ligero, volátil, sólo vive en la evanescencia. Fuera de Twitter lo que se escucha es ruido, dentro de Twitter, es un silbido queriendo trascender.

6. El tweet es revolución a 140 caracteres por minuto. En la era del Homo Twitter todo es breve y acelerado, no hay lugar para rollos ni tiempo para fárragos. En ese sentido, el Homo Twitter es la expresión más evolucionada del Homo Digital, o sea un sujeto conectado virtualmente con el mundo, a la velocidad de los dedos y del mouse. El Homo Twitter es la materialización de un tiempo, el nuestro, que se percibe veloz, raudo, vertiginoso. El Homo Twitter se sabe prisionero del tiempo y se revela tuiteando. Si el tiempo (o mejor, la ausencia de tiempo) anula, somete, presiona, borra, Twitter libera, aunque sea transitoriamente; es la catarsis efímera de una generación tan vertiginosa como el videoclip. Tuiteo luego existo.

7.  El Homo Twitter comparte lo lúdico, pero de manera creativa no pasiva. Si el Homo Videns se regodea husmeando en la vida privada de ilustres desconocidos, según la exitosa fórmula de los Reality shows, el Homo Videns también disfruta de escudriñar en los tweets ajenos, en los TL (timelines) y los Avatar de otros tuiteros.  El Homo Twitter no sólo es espectador, sino también protagonista de un Reality (un Reality virtual, por contradictorio que parezca); o sea que el tuitero no solo observa a los demás tuiteros, sino que se sabe observado, es más, quiere ser observado; a su modo es un exhibicionista, un hedonista incorregible. En la retroalimentación con otros tuiteros, el Homo Twitter no sólo encuentra su lugar, sino también placer; no sólo un sentido de pertenencia a algo, sino un espacio lúdico, sumamente adictivo. De ahí que el Homo Twitter se vea obligado a perfeccionar sus tweets, pues entre más creativos sean, más observado será, tendrá más seguidores, imagen equivalente a los fans de la farándula. De hecho, en Twitter también hay Tuitstars, la expresión más revolucionada del Homo Twitter.

8. El Homo Twitter es un manipulador en potencia, pues el tweet es persuasión. Un tweet que nadie lee es un tweet que nunca existió. Para trascender, un tweet tiene que seducir, persuadir, convencer, motivar… Sólo así destacará de entre millones de tweets que nacen y mueren cada segundo. Un tweet se sabe efímero, por lo que busca afanosamente desafiar su destino; quiere brillar en el mundo de los RT (retweets) y los Favs (favoritos) y así alargar su existencia lo más posible. Por eso, si el Homo Videns era un receptor pasivo de imágenes y se dejaba manipular por ellas al encender el televisor, el Homo Twitter se vuelve un manipulador en potencia. Lo suyo es persuadir con sus chiflidos, para que los demás repitan su tonada, se la aprendan, la reproduzcan, la recomienden… Si un tweet nace para ser escuchado, el Homo Twitter necesita muchos escuchadores, y entre más mejor. Precisamente por ello, el Homo Twitter aprende pronto que tuitear no es suficiente, que cualquiera puede hacerlo, por lo que hay que hacerlo bonito, para atraer a otros tuiteros. Quizá por eso, el Homo Twitter se vuelve exigente, no perdona los tweets salpicados de faltas ortográficas, los tweets ilegibles o incomprensibles. Quién lo iba a decir, el Homo Twitter ha revalorado el idioma, cualquiera que éste sea; exige respeto a las reglas gramaticales y censura los deslices.

9 El Homo Twitter es la nueva encarnación del zoon Politikon. Si Twitter es la nueva ágora virtual, el espacio público donde se construye cotidianamente la ciudadanía y se definen los valores sociales, el Homo Twitter es la nueva representación del sujeto político, del ciudadano que opina de los asuntos públicos y que en conjunto con los demás Homo Twitter redefine y llena de contenido los valores que han de regir en la sociedad. El Homo Twitter nos recuerda que la democracia no puede edificarse en el vacío, sino en contacto permanente con la sociedad.  En suma, el Homo Twitter reivindica al ciudadano, visibiliza a la sociedad frente a la sordina consuetudinaria de los políticos profesionales.

10. El Homo Twitter es la síntesis virtuosa del Homo Ludens (lo lúdico) y el zoon Politikon (la acción en libertad). Para el Homo Twitter todo es politizable, a condición de que sea debatible; sabe que su opinión es parte de un tribunal plural y heterogéneo, pero que a final de cuentas refleja mejor que cualquier otro espacio público el sentir de una comunidad, sus anhelos, sus deseos, sus congojas y frustraciones… El Homo Twitter hace política, busca incidir en la opinión pública, busca marcar tendencias con sus opiniones, con sus HT, porque sabe que sus opiniones cuentan, que Twitter se ha convertido en el mejor espejo de lo social.

El texto original y completo se puede consultar en el blog de el autor quién doctor en Ciencia Política por la Universidad de Florencia y en Filosofía por la Universidad Complutense.