La cadena televisiva japonesa NHK reconoció que su periodista Miwa Sado murió por una insuficiencia cardiaca congestiva derivada de 159 horas extras de arduo trabajo. Esta información la dieron a conocer tres años después por petición de la familia de la difunta.
En un comunicado, NHK asegura que se toma muy en serio la muerte de su compañero y que en estos momentos se encuentran “revisando el sistema de trabajo de los empleados para introducir cambios y así garantizar la salud de los trabajadores”.
En japón el número de estos casos es crítico, e incluso existe un nombre para ello: karoshi.