Las calles de Charlotte, North Carolina fueron el escenario para una violenta escena entre una masa de personas protestando el asesinato de un hombre a manos de la policía.
Durante el encuentro, 16 policías resultaron heridos y se utilizó gas lacrimógeno para dispersas a los protestantes.
La familia de Keith Scott, el afroamericano de 43 años que perdió la vida, asegura que éste no estaba armado cuando fue detenido y asesinado por los oficiales en su departamento. Su hermana dice que estaba sosteniendo un libro en la mano, no una pistola.
Las autoridades declararon que sí encontraron un arma, sin embargo, la comunidad de Charlotte sigue refutando este dato.