Una masa de rocas volcánicas de 26.000 kilómetros cuadrados flota a la deriva en el Océano Pacífico, informó un oficial de la Marina neozelandesa, agregando que es “la cosa más rara” que vio en el mar.
Se trata de piedra pómez ligera proveniente de un volcán submarino que, según testigos, se parece a un témpano de hielo polar.
Un avión militar neozelandés avistó las rocas el jueves a unos 1.000 kilómetros de la costa de Nueva Zelanda.
Es “la cosa más rara que he visto en 18 años (que llevo) en el mar”, dijo el teniente Tim Oscar, quien estimó que la piedra pómez, que es lava solidificada con burbujas, no constituía un peligro para su embarcación.
Científicos que se hallaban a bordo de este barco, el HMNZ Canterbury, aseguraron que el fenómeno no está relacionado con la intensificación de la actividad volcánica en Nueva Zelanda esta semana.
El martes pasado, la erupción de cenizas de un volcán que llevaba dormido más de un siglo perturbó seriamente el tráfico aéreo en Nueva Zelanda y decenas de aviones se quedaron en tierra, si bien los vuelos internaciones no resultaron afectados.
Según Defensa Civil, la erupción no provocó ríos de lava pero sí una nube de cenizas que ascendía a 6.000 metros de altitud y provocó la anulación de decenas de vuelos internos.
Imagen tomada por la Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda el jueves y distribuida este viernes que muestra una masa de roca volcánica a la deriva en el Océano Pacífico.