Indicadores relacionados a las altas temperaturas de la superficie oceánica, las altísimas temperaturas registradas en el hemisferio norte y también que este año “El Niño no muestra signos de retroceder”, según la imágenes satelitales de las que dispone la NASA.
Por todo esto, la agencia espacial estadounidense considera el de este 2015-2016 comparable a lo que muchos llamaron el “fenómeno monstruoso” de hace 18 años.
1. Océanos crecidos
Alturas muy superiores a los usuales en el nivel del oceáno Pacífico son un indicador de que existe una gruesa capa de agua caliente.
En ambos mapas, generados por satélite, se ve “el patrón clásico” del fenómeno cuando ya está casi o completamente desarrollado.
La NASA calificó de “sorprendente” a la similitud en las anomalías de altura registradas en diciembre de 1997 y 2015.
Lo que se ve en los gráficos son los niveles inusualmente altos en el oceáno Pacífico a la altura de la línea del Ecuador.
El agua caliente y tibia que se ha acumulado en la zona es lo que atrae los nubarrones y las tormentas que ya comenzaron a producirse en parte de América Latina, fundamentalmente en países por debajo la línea del Ecuador.
Otra consecuencia de esto es el bajo nivel de lluvias en el sudeste asiático, lo cual contribuyó a la multiplicación de grandes incendios que han cubierto de humo a la región desde hace unas semanas.
El calor en la región del Pacífico en 1997 fue uno de los fenómenos climáticos que generó inundaciones vistas pocas veces antes en países como Bolivia, Paraguay, Perú, Argentina y Brasil en aquel año y el siguiente.
Las similitudes en la temperatura oceánica en ambos periodos también tiene notables parecidos.
El Niño es un fenómeno natural que ocurre cada dos a siete años cuando las aguas cálidas de la región central del océano Pacífico se expande hacia el este, acercándose a las costas de América.
Normalmente alcanza su momento más agudo a finales de año pero sus efectos se sienten a lo largo de la primavera del hemisferio norte y pueden durar hasta los 12 meses siguientes.
Sin embargo, como señala la NASA, el fenómeno de este año no está mostrando signos de disiparse.
3. Altas temperaturas
Patzert explicó a BBC Mundo que el calentamiento global que actualmente atraviesa el planeta es un factor nuevo que influye en los efectos y la naturaleza del fenómeno de El Niño.
“El planeta está más caliente ahora, eso es un hecho importante. Un planeta más caliente genera consecuencias más peligrosas, eventos más extremos”, precisó el analista de la NASA.
Numerosos estudios señalaron que el cambio climático puede agudizar temperaturas extremas en periodos como el fenómeno de El Niño o La Niña.
Patzert precisó que los efectos del fenómeno de El Niño se sentirán en Estados Unidos entre enero y marzo.
Este año se están registrando temperaturas mucho más altas de lo habitual en el hemisferio norte.
El día de Navidad, en Francia, se registró un récord histórico sólo por debajo del de 1997.
Fuente: BBC Mundo