Durante los últimos cuatro años, de 2014 a 2017, la cifra de ‘ninis’ en México bajó de 7 millones a 6 millones 600 mil.
Las reformas estructurales y los programas de apoyo diseñados por el Gobierno de Peña Nieto han logrado bajar la tasa de desempleo y en eso los jóvenes se han visto beneficiados.
César Ortega, neolonés de 19 años, abandonó sus estudios de preparatoria y tras un año sin estudiar ni trabajar obtuvo una beca para ser operador de montacargas. A pocos días de finalizar su capacitación, obtuvo su primer empleo.
Como él, casi 400 mil jóvenes en México abandonaron las filas de los ‘ninis’ en los últimos tres años y actualmente su número es el más bajo desde 2007.
Sin embargo, la cantidad de “ninis” aún es considerable, ya que implica que uno de cada cinco jóvenes se encuentra en esta situación.
Menor deserción escolar
Otro factor que ha influenciado en la reducción del número de “ninis” es una menor deserción escolar, sobre todo de la educación media, anota
Rafael de Hoyos, economista del Banco Mundial.
Las repercusiones de no estudiar ni trabajar se manifiestan 20 o 30 años en el futuro para estas personas, con una menor productividad, lo que tiene implicaciones en el salario, la empleabilidad y el hecho de que la problemática se concentra en poblaciones vulnerables.
Según los registros del INEGI, en el país hay 31 millones de jóvenes, considerando a la población de 15 a 29 años. Poco más de 15 millones trabajan, un millón están desocupados y 14.6 millones no están en la Población Económicamente Activa. De éstos últimos 8.9 millones estudian.