La causa más común de la hipertensión, llamada hipertensión primaria tiene un origen genético que puede expresarse o no dependiendo del estilo de vida.
La hipertensión primaria no se cura, pero se pueden mantener los valores de presión arterial en rangos normales para tener la misma calidad y esperanza de vida de quienes no padecen la enfermedad. La hipertensión secundaria puede curarse al corregir la causa endócrina o estructural que la produce, de ahí la importancia de descartar una de estas causas de hipertensión.
1. Para controlar la hipertensión se debe mantener un peso corporal ideal, tener una alimentación balanceada.
2. Hacer ejercicio aeróbico, se recomiendan 45 minutos diarios en forma regular.
3. Limitar la ingesta de alcohol y eliminar el consumo de tabaco.
4. Evitar el consumo excesivo de sal, en especial la sal llamada oculta, contenida en alimentos enlatados, refrescos, conservas, pan, ahumados, entre otros.
5. Generalmente es necesario tomar medicamentos para bajar la presión arterial.
Sólo 10% de los pacientes con hipertensión diagnosticada normalizan sus valores de presión arterial exclusivamente con un estilo de vida saludable; el 90% restante, además de adoptar un estilo de vida saludable, requiere tomar medicamentos antihipertensivos y más de 50% de ellos requieren al menos dos medicamentos para lograr el adecuado control de la hipertensión.