Muchos hombres se creen expertos en la cama, cuando en realidad cada mujer es distinta y lo que para ellos pudo ser una noche de sexo inolvidable, tal vez para ellas no fue más que un encuentro, más bien mediocre.
1. Creen saber lo que ellas quieren: Se basan en sus experiencias anteriores para considerar que son expertos en el tema y que saben lo que toda mujer quiere en la cama. Sin embargo si lo que quieren es hacer que ella llegue al orgasmo tienen que considerar que lo que les resultó con su novia o amante pasada no necesariamente les resultará con la chica nueva.
Hay que explorar cada cuerpo como si fuera un lugar nuevo, virgen, lleno de desconocidos caminos por recorrer. Con cada mujer conviene empezar de cero, explorar el cuerpo y poner atención en si ella lo está disfrutando.
2. Las mujeres húmedas siempre están excitadas: En realidad no es así, depende de cada mujer. Algunas padecen hiperhidrosis y tienen siempre la vagina húmeda, tanto si están calientes como si están heladas. Otras, por el contrario, lubrican muy poco aunque estén súper calientes.
Según los ginecólogos el proceso de excitación de la mujer se acompaña de lubricación vaginal producida por la secreción de las glándulas de Bartolinho y de Skene. Pero la humedad puede variar por múltiples factores como el estrés, la medicación o el ciclo menstrual. Es recomendable aumentar los prolegómenos sexuales para que exista una buena lubricación vaginal en el momento del coito.
Hay mujeres que difícilmente se mojan, aunque se exciten, lo ideal en estos casos es usar un lubricante, ya sea natural como la saliva o artificial, hay muchas variedades que puedes encontrar en una sex shop.
3. A ellas les encanta que jueguen con sus pechos: A las mujeres les excita mucho que les toquen los pechos, pero no se trata de sólo tocarlos hay que saber hacerlo, ya que es una zona erógena muy sensible. A muy pocas mujeres les gusta que les agarren con fuerza las glándulas mamarias.
Antes de lanzarse atacar un pecho es necesario un calentamiento previo, caricias y jugueteo, después se puede ir incrementando el ritmo, hasta llegar a succionar o acariciar con más fuerza. Sin exagerar a menos que ella quiera y no se deben descuidar otras partes del cuerpo.
4. Sólo se necesita del pene: La mayoría de los hombres creen que tener un pene bien dotado es suficiente, aunque no tiene que ser así necesariamente. Recientes estudios científicos aseguran que existen mujeres incapaces de llegar al orgasmo con una estimulación inferior a las 3 mil revoluciones por minuto, esto es demasiado rápido. Es por eso que de vez en cuando no está mal ayudarnos con un vibrador o cualquier artefacto similar que podamos comprar en una sex shop.
El problema es que la mayoría de los hombres temen la competencia que implica para ellos usar juguetes sexuales. Hay que quitarse esos prejuicios y verlo como una ayuda, no una competencia.
5. Para hombres y para mujeres el sexo es igual: Nada más lejos de la realidad, los hombres y las mujeres son radicalmente distintos. Los hombres son más animales, buscan penetrar y eyacular, mientras que a ellas les gusta que toquen toda su anatomía y que les den un buen calentamiento, caricias y masajes en las zonas erógenas.