5 Fantasías sexuales para salir de la rutina

Muchas personas esconden sus fantasías sexuales en los rincones más remotos de su mente.

Por miedo al qué dirá su pareja o por vergüenza por sentirse un bicho raro, desemboca en que oculten sus deseos más personales. “Lo que ocurre es que la mente ansía explorar lugares que ni el cuerpo tenía intención de visitar y desea hacer cosas que uno ni siquiera podría plantearse hacer en la vida real”, describe el psiquiatra Sanjay Chugh en The New Age.

1. La dominación

Exacto, el argumento de E.L. James en 50 sombras de Grey no era tan descabellado. Es la fantasía más común especialmente entre las mujeres, aunque como han señalado diferentes estudios, prefieren que se quede en su cabeza y no termina de convencerlas experimentarlas la sumisión en la vida real. Pero no sólo ellas, lo cierto es que los hombres tampoco desechan la idea de que se les dé el control en la cama para manejar la situación a su gusto o, del otro lado, encontrarse con una buena dominatrix que les obligue a satisfacerla. Para gustos, colores.

2. Verse en un espejo

Muchas personas fantasean con la idea de poder verse manteniendo relaciones sexuales con sus parejas e incluso hay bastantes a las que les atrae que sean otros quienes les observen. La idea de ver sus propios movimientos en un espejo siempre resulta excitante, de ahí el imperio de la industria del porno. En general, nos gusta mirar y ser mirados, aunque en el segundo caso, una vez más, suele bastar con imaginarlo en nuestra cabeza.

3. Grabarse en vídeo

En la misma línea que el anterior, y como parodió el año pasado la comedia veraniega Sex Tape. Algo pasa en la nube, donde el personaje interpretado por Cameron Díaz decidía grabarse en vídeo haciendo el amor con su marido para reavivar la pasión, verse en la pantalla de la televisión o el ordenador practicando sexo con sus parejas es una idea que atrae a muchas personas.

4. Voyeurismo

Puede definirse como un interés sexual en espiar a las personas mientras están haciendo algo íntimo, como desvestirse o practicar sexo. Aunque muchas personas relacionan esta intromisión en la vida privada con una fantasía más masculina, lo cierto es que a muchas mujeres les excita observar estos momentos eróticos.

5. Cambio de roles

Cómo no, jugar a ser otras personas es una de las fantasías más comunes. Resulta especialmente estimulante si además de interpretar unos papeles sexys se añade el factor de no conocerse de nada… Así es, el hecho de encontrarse maestro y alumna, profesora y niño malo, enfermera con paciente, piloto y azafata o la variante que más excitante resulte a la pareja es un juego bien sencillo que muchas personas desean practicar.