México es tierra fértil para la arqueología, pues las numerosas culturas que han convivido y se han asentado en el territorio nacional desde tiempos inmemoriales, han dejado vestigiosque dan testimonio de sus costumbres, creencias y conocimientos.
Por otro lado, algunos de los variados ecosistemas y ambientes que conforman laRepública Mexicana, tienen características que los hacen ideales para la conservación de restos humanos y fósiles que datan de hace cientos, miles y hasta millones de años.
Hace unos días el INAH encontró en Jáltipan, Veracruz, una pirámide de piedra y los huesos de 30 personas enterradas con ofrendas. Se trata de un asentamiento multicultural, con influencias mayas, olmecas y toltecas. También hallaron fósiles.
Cerca de la Reserva de la Biósfera de Calakmul se encontró la vasta zona arqueológica de Chactún, con decenas de monumentos y estelas. El sitio abarca más de 22 hectáreas y pudo ser el centro de una importante región maya hace cientos de años.
Recientemente se encontraron dos entierros milenarios en Mérida, que podrían pertenecer a los primeros pobladores de la Península de Yucatán. Éstos se suman a otros restos encontrados cerca de Chichén Itzá a principios de este año.
En una cueva de Cocula, Guerrero, el INAH descubrió vestigios de las culturas olmeca y mezcala. Además, algunos restos de cerámica preolmeca hallados indican que en el lugar hubo asentamientos ¡desde hace más de 3 mil años!
En el norte de Ensenada, en Baja California, se han encontrado más de cien sitios arqueológicos prehistóricos que fueron ocupados por tribus de cazadores-recolectores que transitaron por el área entre mil 200 y 3 mil años atrás.
