5 Malos hábitos en el manejo de las tarjetas de crédito

Estos son los principales 6 malos hábitos que se nos pegan al usar las tarjetas de crédito a diestra y siniestra:

1. La impaciencia

Lo quiero ¡YA!, lo quiero ¡AHORA!. No me importa si no tengo un quinto para comprarlo. Lo quiero ¡YA!. Lo quiero ¡AHORA!. ¿Les suena?? Las tarjetas de crédito acaban con la poca paciencia que de por si ya tenemos en este mundo occidental del “ahorita”. La impaciencia es un pésimo hábito que solo nos enseña frustración porque las cosas no se hacen o resuelven cuando se nos pega la gana. Desafortunadamente el mundo no gira a nuestro alrededor, así que a mayor impaciencia, mayor sufrimeinto en la vida.

2. No planificar

Si puedo tener dinero extra sin esfuerzo y sin esperar ¿para que planifico?? Mejor simplemente lo cargo todo a la cuenta con el poder de mi firma. La planeación es para los daburridos o los nerds (jajaja). Yo disfruto de la vida ¡soy una persona espontánea! Y la planeación le quita lo espontáneo a la vida.

Lo malo es que la falta de planeación también le quita tranquilidad, logros y satisfacciones a la vida, pero cada quien escoge sus batallas.

3. Gastar más de lo que se tiene o ingresa

De por si no tenemos el buen hábito de registrar nuestros ingresos y egresos ahora le agregamos el “revolver” dinero prestado con el nuestro es una buena receta para el pastel del desastre. Yo gano $10 pero tengo una tarjeta de crédito con $8 disponibles. Si no hago bien mis cuentas y separo el dinero mío del prestado, pronto estaré convencido de que gano $18 y estaré enduedado por $46

4. El “Me merezco”

Es que trabajo taaaaan duro que ¡me merezco los zapatos! Estoy taaaaaan cansado que me merezco salir de vacaciones una semana. Este mes fue taaaaan duro que me reventaré la mitad de mi quincena en los antros la quincena que sigue. No digo que no nos merezcamos cosas. Es la “mentalidad del me merezco” la que no está bien. Sa mentalidad nos hace ser irreflexivos, gastalones, irresponsables y demasiado condescendientes con nosotros mismos.

Nadie se merece estar endeudado ¿o si? Entonces, la próxima vez que te premies porque te lo mereces, asegúrate de hacerlo con dinero tuyo.

5. El hábito de pagar a “cachetadas”

Este es un hábito que tiene mucho que ver con el punto de vista. Si yo tengo $10 para pagar un objeto de $10, prefiero pagarlo en cachetadas de a peso durante 10 meses para “así no sentir que me quedo sin dinero”.

La mente nos engaña y nos hace creer que pagando en abonos, pagamos menos.. ¡Oh que gran error!. Todas las parcialidades o mensualidades tienen su costo. A veces aún las que se anuncian “sin intereses”.

Este hábito está tan arraigado que muchas personas aún cuando se les enseña en números que pagan más de lo que cuesta el objeto, no pueden dejarlo. Esta costumbre nos hace siempre pagar más y regalar dinero sin necesidad.

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