Los libros son muchas veces, la explicación al mundo, y han causado muchas veces un impacto más allá. Pueden ser notables, hermosos y “malditos”, sobre todo cuando son desafiantes.
- De revolutionibus orbium coelestium, Nicolás Copérnico, 1543: Fue un punto de quiebre de la modernidad, señero de una nueva forma de pensar el mundo, pero una ofensa al narcisismo de nuestra especie (Freud dixit). Sobre la revolución de los orbes celestiales se publicó casi póstumamente, pues Copérnico espero casi hasta el final de su vida para autorizar su impresión.
- Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo, Galileo Galilei, 1632: Galileo recogió la herencia científica de Copérnico para elaborar sus Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo, en el cual confrontaba por medio de tres personajes las principales ideas en torno al orden del universo.
- Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, Isaac Newton, 1687: Dio a conocer sus Principios matemáticos de la filosofía natural, sólidos fundamentos de la física clásica donde se exponen nociones tan conocidas como las tres leyes del movimiento o la ley de gravitación universal. Es más que admirable que un solo hombre haya tenido la capacidad para comprender el universo mismo con semejante lucidez y perspicacia.
- On the Origin of Species, Charles Darwin, 1859: Demostró que todos los seres vivos (incluido el hombre) provienen de un organismo que les precedió en el tiempo y en el espacio. Contribuyó a defenestrar toda intercesión que no fuera exclusivamente material de este proceso generativo. Tuvo éxito entre los lectores ingleses.
- Micrographia, Robert Hooke, 1665: Ofreció al mundo un atisbo de ese microcosmos que es la realidad celular. Es la primera obra en que se utilizó el término “célula”; las detalladas e impresionantes ilustraciones corrieron a cargo del propio Hooke.
- Anatomy: Descriptive and Surgical, Henry Gray, 1858: La Anatomía de Gray es otro de los libros es los que parece difícil valorar más su importancia en el curso de la ciencia (la medicina, en este caso) o sus cualidades estéticas.
- Traité élémentaire de chimie, Antoine Lavoisier, 1789: Es considerada la sistematización más ordenada y rigurosa que se hiciera jamás en la ciencia química, fue obra de Antoine Lavoisier, cuyo Tratado sepultó falsas concepciones que se tenían en este campo de conocimiento y de donde se extendían también a otros, sembrando la confusión y la ignorancia.
- Principios de química, Dmitri Mendeleev, 1868–1870: El ruso Mendeleev desarrolló la tabla periódica de los elementos químicos mientras se encontraba escribiendo sus Principios de química.
- A Treatise on Electricity and Magnetism, James Clerk Maxwell, 1873: La electricidad y el magnetismo, que el escocés James Clerk Maxwell descubrió íntimamente ligadas entre sí, como nacidas de un mismo corazón a pesar de sus manifestaciones tan divergentes.
Fuente: Pijamasurf