5 Motivaciones para pagar por sexo

¿Es malo comprar sexo, y debería ser ilegal? Son preguntas que siguen sin resolverse. Lo que se pone también a discusión es qué motiva a los hombres para pagarle a una mujer que le de sexo.

La BBC hizo una encuesta para tratar de encontrar los motivos de ellos para tener sexo pagado:

1. Por falta de pareja

Hay varios casos e historias como el de Fred y Laura que llevan 6 años juntos y Fred le paga a Laura para que pasen la tarde juntos y tengan sexo. Fred le paga a Laura para que pase unos ratos con él, lo que incluye tener relaciones sexuales.

Fred vive en un área rural remota y durante muchos años tuvo que dedicar todos sus días al cuidado de su mamá. Por eso, le dice a la BBC, no tenía la oportunidad de conocer gente, y decidió pagar por sexo.

“Realmente no era tanto el sexo sino el deseo de contar con la compañía de una mujer, y si uno no está saliendo o socializando, es muy difícil saber cómo conseguir amigas”.

2. Para salvar el matrimonio

Para Robert, la relación con su pareja es excelente; el sexo, no tanto. Llevan muchos años casados, sin embargo dice Robert: “Terminé siendo un hombre con una libido muy alta casado con una mujer que realmente no disfruta del sexo… ni siquiera de abrazos, besos, caricias, nada así”.

“Ella es una pareja excelente. En todos los otros aspectos, nos llevamos de maravilla; pero en la cama, no”.

Por ese motivo Robert ahorra dinero para comprar sexo, porque no quiere terminar su matrimonio, pero le hace falta ese aspecto, el sexual.

“No quería que mi matrimonio se acabara”, dice. “Quería hacer lo mejor posible para mi esposa, así que lo más obvio fue pagar”.

3. Para pasar un rato feliz cuando se sienten solos

La historia de Graham esta llena de amores y desencuentros, a los 30 años no tiene una pareja estable y cada separación para él resulta dolorosa. Durante los primeros 30 años de su vida, el exfuncionario gubernamental pensó que nunca sería el tipo de persona que daría dinero a cambio de relaciones sexuales.

Pero durante un fin de semana en Ámsterdam, unos hombres a los que acababa de conocer lo convencieron y terminó recorriendo las calles de la zona roja. Encontró a una chica, la siguió hasta su cabina iluminada de rojo, donde pasó media hora charlando y copulando.

“Fue asombroso. Parecía muy romántico, se sentía como si estuviéramos condensando una relación entera en sólo un par de minutos”, señala.

“Quizás nada de eso sea necesario. Quizás uno puede pagar y tener estos momentos increíbles de espontaneidad, que duran sólo media hora… ¡simplemente, mágico!”.

4. Por timidez

“Si no le pagara, ella ni consideraría acostarse conmigo”, dice Simón. Desde hace un par de años visita regularmente a la misma mujer.

“Yo tengo un apetito e impulso sexual alto y no se trata sólo de que disfruto del sexo sino que si no lo practico, después de un tiempo, me siento terrible físicamente”.

5. Para cumplir fantasías

La motivación de Robert va más allá de la necesidad de intimidad. Él paga por sexo para satisfacer sus fantasías.

“Lo que busco son experiencias interesantes, y me justifico pensando que esto compensa todas esas miles de sesiones de sexo doméstico que no puedo tener y que nunca tendré”.

Se describe como “un poco exhibicionista” y “voyeur”, y ha organizado orgías.
Brian, de más de 50 años de edad, también dice estar felizmente casado. No obstante, empezó a pagar por sexo mucho antes de conocer a su esposa.

Según él, al sexo en con su pareja le hace falta “un poco de picante”.

¿Pagas por tener sexo, cuáles son tus motivaciones?