5 Recomendaciones para evitar ser inmune a los antibióticos

Las bacterias causantes de enfermedades son unas enemigas muy astutas que siempre buscan la manera de sobrevivir. Cada vez son más resistentes a antibióticos, lo que genera un verdadero problema para la salud.

No por nada la Organización Mundial de la Salud advirtió recientemente que “muchas infecciones comunes dejarán de tener cura y podrían volver a matar”. Ahora, una comisión de expertos mundiales alertó que la existencia de cepas de bacterias resistentes a los antibióticos representa unas de las amenazas más graves de la medicina moderna.

1. En los hospitales

Las actividades y políticas que se pongan en práctica para racionalizar el uso de antibióticos en los centros de asistencia sanitaria pueden, según los expertos, disminuir el consumo de estos fármacos entre un 20 y un 40%.

Esto permitiría disminuir la incidencia de infecciones asociadas a los cuidados de salud, el tiempo de estancia en un hospital y la prevalencia de la resistencia a las bacterias.

Los expertos recomiendan que existan equipos de control que incluyan un especialista en enfermedades infecciosas, un farmaceuta clínico con especialización en enfermedades infecciosas, un microbiólogo clínico, un especialista en sistemas de información, un profesional en control de infecciones y un epidemiólogo de hospital. Aunque conceden que “es probable que estos no estén disponibles”.

2. En las comunidades

Implementar programas para incentivar el uso racional de antibióticos en las comunidades puede ser todavía más ambicioso, pues cubre un amplio abanico que va desde ambulatorios y farmacias, hasta el ámbito doméstico y la agricultura.

“En el lado de la oferta, con frecuencia los médicos son el ejemplo para otros profesionales de la salud y pacientes que aprenden cómo usar los antibióticos a través de las recetas médicas”, se lee en el informe.

Por otro lado, los médicos son influenciados por sus pares y presionados por las demandas de los pacientes. “Razón por la cual los doctores pueden encontrar dificultades para cumplir con las directrices del tratamiento”.

Los expertos no dejan de lado los incentivos monetarios que puede haber para recetar antibióticos.

3. Cuestión de educación

Cuando el uso indebido de antibióticos ocurre en repetidas ocasiones, se convierte en una norma que, según la comisión, para romper el patrón es necesario que “los programas de racionalización no sólo se concentren en el uso apropiado (del antibiótico) sino en asegurar la sostenibilidad de los cambios de comportamiento y la reorientación de las normas sociales”, indica el informe.

En este punto las acciones pueden variar de un país a otro, pues el aspecto cultural también juega un papel.

Además de tener políticas claras de concientización sobre la resistencia de antibióticos, la educación a todos los trabajadores de la salud, profesionales de laboratorio, veterinarios y público general sobre el uso apropiado de estos fármacos es esencial.

“Insistimos en que no sólo hace falta una sensibilización y una concienciación, sino cambios en la formación de talentos humanos, en los prescriptores de medicamentos, en lo que se refiere al uso y abuso de los antibióticos”, señala Quizhpe.

4. Nada como la prevención

Los expertos coinciden en que nada como la prevención para evitar el uso indebido de antibióticos. Si no hay infección, no hay paciente qué tratar.

“A nivel de la comunidad, el mejoramiento de la sanidad, acceso a agua potable, reducción de la pobreza y los programas de vacunación tendrán un gran efecto tanto en la incidencia de enfermedades infecciosas como en la transferencia y colonización con genes y organismos resistentes a más de un medicamento”, se explica en el reporte.

El reto en los hospitales es mayor, pues allí es donde con más frecuencia se crean las llamadas superbacterias.

5. Perfeccionamiento del diagnóstico

Mejorar los métodos de diagnóstico puede, según los especialistas, ayudar a reducir el uso de antibióticos. Para ello, la comisión recomienda mejorar los laboratorios de microbiología para que ofrezcan resultados más precisos y en menos tiempo.

“Aparte del cuidado directo de los pacientes, los resultados de las pruebas de microbiología de diagnóstico se utilizan para informar a los sistemas de vigilancia locales, regionales y nacionales”, indica el informe.

“La vigilancia de la resistencia bacterial genera información esencial que promueve y dirige actividades para racionalizar el uso de antibióticos”.

La comisión advierte que en las últimas décadas la escasez de laboratorios de microbiología -o cuando no se le ha dado prioridad- ha ocasionado grandes espacios vacíos en el mapa mundial de resistencia, especialmente en el África subsahariana y Asia rural.

 

Fuente: BBC Mundo