Hoy, 30 de marzo, es el Día Internacional de las Trabajadoras Domésticas, pero en México no tienen mucho que celebrar. De acuerdo con un estudio de Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), las casi dos millones de mujeres que se dedican a trabajos de hogar, lo hacen en muy malas condiciones. Estos son algunos números que arrojó este estudio:
1.3 millones de hogares – el 5.1 % del total – contratan trabajadoras domésticas.
El 95% de ellas no cuenta con acceso a servicios de salud, y el 80% no tiene prestaciones laborales.
El 61% de las trabajadoras no cuenta con vacaciones.
46.5% no recibe aguinaldo a fin de año. 37.9% no puede usar el teléfono, y 44.7% no tiene horario fijo.
58.2 % de los mexicanos que contratan a empleadas en el hogar cree que se justifica “mucho o algo” darles de comer los alimentos sobrantes.
Solamente 11.8% del total trabaja en una casa de planta (se queda todo el día). El resto trabaja de entrada por salida.
La gran mayoría de ellas no tiene un contrato laboral, y estos arreglos “de palabra” propician abusos, dejándolas indefensas ante cualquier arbitrariedad por parte de quien las contrata.
Las empleadas del hogar son de los pocos grupos que no están organizados para exigir sus derechos laborales, ni representación política. Una posible razón de esto, es que un número importante de las trabajadora domésticas son mujeres indígenas recién llegadas a las ciudades, lo cual les impide, en principio, establecer vínculos en su nuevo lugar de residencia.
Hay que tomar nota de esto.
Fuente: Agencia EFE
