6 cosas que amas y que te están haciendo engordar

La obesidad es un problema de salud pública. A pesar de que todos sabemos muy bien cuál es la comida que nos hace daño, no siempre podemos evitarla.

Pero, además de las fritangas, pasteles y refrescos, hay varias cosas que te están haciendo subir de peso y que ni siquiera te habías dado cuenta.

  1. Tu adicción a la cafeína. Dejando de lado los frapuccinos y demás bebidas con cientos y cientos de calorías, el café regular también te hace engordar. Cuando lo consumes mucho, se eleva el nivel de estrés de tu cuerpo, y lo pone en estado de alerta, de preservación. Esto hace que te de más hambre, además de que eleva tus niveles de colesterol.
  2. Ahorrar dinero. Comprar una caja de 6 kilos de pretzels en vez de paquetes individuales, puede parecerte una ganga; pero la realidad es que, al tener grandes cantidades de comida en tu casa, vas a comer más.
  3. El aire acondicionado. El cuerpo tiene que quemar energía para mantener su temperatura. Si la temperatura es muy fría o muy caliente, tiene que quemar calorías para ajustarse; pero si está siempre a temperatura ambiente, este proceso no sucede: no se quema energía y no se gastan calorías. Además, hay estudios que comprueban que, a mayor temperatura, menos hambre.
  4. Tus amigos. Un estudio del Psychological Bulletin descubrió que, por cada persona adicional en la mesa, el consumo de comida aumenta en un 20% para cada uno. Esto hace mucho sentido: cuando estás enganchado en una conversación, te distraes de lo que estás comiendo; además, es fácil que entre todos se refuerzan los malos hábitos (“No, no quiero postre. Bueno, a menos que tú quieras, y compartimos”).
  5. Tu mamá. ¿Te acuerdas que tu mamá te regañaba cuando no te acababas todo lo que había en tu plato? En tu vida adulta, pasa lo mismo: tu cerebro, en cuanto ve la comida en el plato, se programa para comerse todo eso.  La solución: porciones más pequeñas en el plato.
  6. Navegar en Internet. El mismo principio que con los amigos: cuando estás distraído en cosas más importantes – como estar en Facebook o en YouTube – tu cerebro no envía la señal de saciedad al estómago, y terminarás comiendo mucho más de lo que comerías conscientemente.

Fuente: Cracked