7 de julio: prueba de ácido al impulso democrático

En los siete primeros meses de la presente administración México ha experimentado cambios profundos que le permiten avanzar en materia de derechos civiles, garantías individuales y libertades fundamentales, mediante leyes e instituciones encargadas de cumplir con esos objetivos.

El ejercicio libre del voto universal garantiza la democracia electoral, el respeto a los derechos, libertades y garantías individuales de los ciudadanos ante la ley hace lo propio con la democracia civil y la existencia de condiciones que contribuyan en la dignificación de la vida de la población garantiza la democracia social. México cuenta con todas estas características y está trabajando en aquellos aspectos en los que hacen falta cambios.

Las Reformas Estructurales que han generado importantes transformaciones en la economía, la política y la sociedad también están alcanzando el renglón de la transparencia.

Una transformación en la materia tiene un impacto positivo y trascendental para la sociedad mexicana que cada vez es más participativa en los procesos políticos.

La transparencia y la rendición de cuentas son dos condiciones esenciales para la democracia y en este sentido, el Gobierno de la República también trabaja en la renovación y modernización del sistema democrático, adaptándolo a los cambios sociales y políticos que el país demanda, con la participación de la ciudadanía como uno de los pilares en los que se fundamenta, cumpliendo con los compromisos adquiridos.

A su vez, la participación de las distintas fuerzas políticas, organizaciones de la sociedad civil y de la sociedad en general en los procesos de toma de decisiones han favorecido la desconcentración de la vida política del país, sociabilizándola.

En México el equilibrio de poder y la gobernabilidad le ha brindado al país las siguientes características:
1. Pluralidad política que representa a toda la sociedad.

2. Efectiva separación de poderes que avalan las libertades individuales.

3. Núcleo de instituciones, derechos y deberes que permiten la expansión de las libertades fundamentales que posee la sociedad.

4. Vida política electoral representativa y equilibrada.

5. Perfeccionamiento de las instituciones democráticas.

6. Relación estrecha entre gobierno y ciudadanos.

7. Atención de las demandas y necesidades de la sociedad.

8. Mayor nivel de confianza de los ciudadanos en el gobierno.

9. Libertad en los medios de comunicación.

10. Gobernabilidad.

La promoción de la participación ciudadana a través de consultas, como sucedió con el Plan Nacional de Desarrollo y en otros asuntos vinculados a la política nacional es una parte fundamental de los compromisos que se cumplen y de las acciones con las que el Gobierno de la República ha fortalecido la democracia nacional.

Mientras tanto, el próximo 7 de julio, será la prueba de ácido para el impulso democrático, la recomendación:
Salga a votar, vote por quien quiera pero vote.