8 alimentos que te causarán escalofrío

El consumo de insectos, también conocido como entomofagia, es una práctica heredada desde la época prehispánica.

El Valle del Mezquital, en Hidalgo; el Valle de México y los estados del sur de México mantienen viva esta deliciosa y nutritiva tradición.

A pesar de que su consumo habitual está restringido a ciertas áreas rurales, lo cierto es que los insectos son sumamente nutritivos, además de que poseen un interesante sabor que ha cautivado a algunos exigentes paladares extranjeros.

Algunos de ellos, como los escamoles y los gusanos de maguey, incluso superan a la carne de res o pollo en cuanto a su contenido de proteínas, vitaminas y minerales.

Jumiles. Son una especie de chinche de monte que se desarrolla durante el otoño e invierno en algunos árboles. Se pueden comer asados con limón, sal y chile, o en salsa. Algunos investigadores señalan que además tienen propiedades analgésicas.

Chinicuiles. Atacan el maguey en la temporada de lluvias y son un ingrediente típico de las cocinas oaxaqueña e hidalguense. Se consumen tras ser asados en un comal, y pueden acompañarse con tortillas, salsa o guacamole.

Ahuahutle y Axayácatl. Se encuentra en las zonas lacustres del Valle de México. El axayácatl (insecto) se consume tostado, mientras que la ahuautle (su hueva) se suele preparar con huevo, tamales o mixiotes.

Escamoles. Son huevos de hormigas y se colectan cada primavera bajo los nopales o magueyes. Se pueden freír con mantequilla y epazote, en salsa, con tortillas y hasta con barbacoa. Se consumen mayormente en Hidalgo, Puebla y Tlaxcala, y se les considera el “caviar mexicano”.

Chapulines. Una de las botanas favoritas de los conocedores. Pueden ser tostados con limón, sal y chile. Se encuentran en Oaxaca, Veracruz, Morelos, Puebla, Hidalgo, Guerrero, Michoacán y el Estado de México.

Huitlacoche. Técnicamente no es un insecto, sino una especie de hongo comestible, parásito del maíz. Este hongo es tan apreciado en la cocina mexicana que su precio puede llegar a ser bastante alto.

Acociles. Pueden encontrarse bajo las piedras cercanas a los ríos, lagos, lagunas o estanques. Se comen en tacos, acompañados de aguacate, cebolla, chiles y salsa.

Gusanos de maguey. Son las larvas que crecen en las pencas de agave, y se utilizan para dar sabor al mezcal. Además de ser reconocidos por su inconfundible sabor, se cree que son los insectos con el contenido de proteína más alto (hasta 80%).