8 Errores que cometes en el gimnasio y que te evitan bajar de peso

Cuando decides dar el primer paso e iniciar una rutina de ejercicio, hay que empezar con calma, porque el primer error de practicar deporte durante horas como si tal cosa.

Otros errores que te evitan aprovechar el ejercicio que realizas:

1. Pensar que en unas semanas veremos resultados sorprendentes. Efectivamente, esto es un error que frena que adelgace, pues genera frustración. El cuerpo necesita tiempo para adaptar los estímulos que le damos con el entrenamiento para que se produzcan mejoras.

2. Entrenar menos de dos días a la semana. O no ser constantes. La constancia y los buenos hábitos son la clave. Lo ideal es hacer de 4 a 5 días mínimo la rutina de ejercicio.

3. Limitarse a ejercitar ciertas zonas, porque no ayuda a perder grasa de esa zona en concreto, como han demostrado numerosos estudios.

4. Comer lo que le dicta su entrenador personal. Por lo general (aunque no todos), los instructores deportivos tienen nociones de nutrición, pero no son profesionales.

5. Menospreciar las pesas. En procesos de pérdida de peso, además del entrenamiento cardiovascular para quemar calorías y la alimentación adecuada, se requiere de entrenamiento de fuerza. Esto se debe a que la mejora en nuestra masa muscular va a incrementar el metabolismo, que por otro lado se está ralentizando con la perdida de peso y el déficit calórico.

6. Sobrevalorar su fuerza. El peso que movemos debe estar adaptado a nuestra fuerza, de manera que podamos ejecutar el ejercicio de forma técnicamente correcta. Retorcerse en la máquina o con las pesas solo aumenta el riesgo de lesión sin conseguir un mejor resultado.

7. No estirar tras el entrenamiento. Si supiéramos la de lesiones a largo plazo que se provocan por falta de estiramiento después del ejercicio, no dudaríamos ni un segundo en hacer este gesto. Se recomienda realizar estiramientos manteniendo la posición de tensión durante 20 segundos sin hacer rebotes.

8. Practicar siempre la misma rutina, es un error muy común porque el cuerpo se adapta y deja de provocar mejoras.