1. Desayuna suficiente
Omitir el desayuno es un mal hábito que drena tu energía. Las personas que comen alimentos ricos en carbohidratos y altos en fibra por la mañana tienen mejores resultados en las pruebas y exámenes en comparación con quienes no desayunan, de acuerdo con un estudio de 1999 de la Revista científica internacional Food Sciences and Nutrition.
2. Consume agua
Las células de tu cuerpo deben estar hidratadas para trabajar eficientemente. Comienza tu día tomando un vaso grande de agua para reparar los líquidos perdidos durante las horas de sueño, después si quieres acompaña tu desayuno con tu café matutino.
3. Realiza ejercicio
Cuando estás cansado, la última cosa que quieres hacer es ejercicio; sin embargo, descubrimientos de 2006 sugieren que debes repensarlo, ya que el ejercicio es más efectivo para contrarrestar el cansancio que los estimulantes o las siestas.
4. Termina tareas pendientes antes del medio día
Ya sea en labores personales, de la escuela o de tu trabajo, procura terminar los pendientes o las tareas más urgentes antes de ir a comer. Así tu energía se aprovecha mejor y para la tarde estarás menos presionado
5. Bebe más agua
No basta con rehidratarnos a primera hora de la mañana. Debemos beber agua durante todo el día. Si no te gusta el agua simple, puedes agregarle limón (sin azúcar) o algún té sin cafeína.
6. Come salmón
El salmón es rico en ácidos grasos omega 3, los cuales son importantes en la producción de energía, la circulación, la actividad cerebral y la prevención de problemas cardiacos.
7. Consiéntete con un pedazo de chocolate oscuro
Si te sientes muy cansado, tu cuerpo puede necesitar hierro. El hierro ayuda a transportar oxígeno al cuerpo, lo cual a su vez, ayuda al proceso celular, incluyendo el proceso de producción de glóbulos rojos.
8. Toma periodos de descanso, al menos cada dos horas para tus actividades y durante 5 minutos respira lentamente y cierra los ojos, trata de desconectar tu mente.
Fuente: LiveScience
