8 Recetas para curar el desamor

Hoy 14 de febrero y no tienes pareja, y encima de eso acabas de terminar con tu última relación¡¡¡¡ Calma ya vendrán tiempos mejores. Lo primero es salir del desamor, no caer en la tristeza y mucho menos afectar tu autoestima.

El desamor deja heridas, pena, tristeza, sensación de haber perdido el tiempo, rencor, decepción y rabia.

1. En primer lugar, intenta vivir el presente sin pensar en el futuro. Porque en caso de hacerlo verás el mañana en negativo. Puede que empieces a dar vueltas a la cabeza, a creer que nunca volverás a enamorarte, que nadie se fijará en ti y esto afecta tu autoestima.

2. Evita pensar en el futuro sentimental. Todo aquel que está en un momento de desamor debe de dar prioridad a la amistad para centrarse en este ámbito de la vida. Es bueno hacer planes con los amigos.

3. Ocupa tu tiempo y tu mente, realiza nuevas actividades, sal a pasear en bicicleta, hacer ejercicio te ayuda a sacar toxinas y liberar tu mente.

4. Ojo, evita ver películas románticas y escuchar música triste, o escuchar las melodías con las que viviste el romance que ya terminó.

5. No hay que recrearse en el dolor sino intentar superar la tristeza a través de la actitud. Piensa en todas las cosas buenas que puede traerte tu nueva situación. Sonríe aunque no tengas ganas.

6. El desamor no es una enfermedad, tampoco una tragedia, es una situación vital inevitable. Y es que, también viven una etapa de desamor aquellos matrimonios felices que en determinado momento hacen frente al duelo de la pareja.

7. Para curar un desamor es importante dar las gracias. Por los momentos compartidos que se han vivido junto a la otra persona. Siempre hay cosas buenas pero en el momento amargo del adiós se pierden de vista esos matices tan bonitos.

8. Y si sientes que no hay solución y nada de lo anterior te sirve, piensa que todo pasa, pasa lo bueno, pero también pasa lo malo. El tiempo es el mejor sanador para el desamor; y depende de ti, solo de ti, que ese tiempo sea corto o eterno.

Un extra: Cuida tu aspecto, la alimentación, tu higiene, tu salud. Dedícate más tiempo a esto y menos a pensar. Sobre todo al principio date los caprichos que te hagan sentir mejor y que habitualmente no te concedes.