Para disfrutar de la Navidad hay numerosos destinos en los que estas fiestas tienen una importancia o una celebración especial.
Conocer a Papá Noel, toda una ilusión para los niños
Una de las figuras centrales de la Navidad es Papa Noel y él vive en Laponia, una región de Finlandia.
La gran ilusión de los niños, y de algunos mayores, se encuentra en uno de los lugares más fríos del mundo, por donde pasa la línea divisoria del Polo Norte. Napapiiri, muy cerca de la ciudad de Rovaniemi, capital de Laponia, es un lugar de cuento con casas de madera pintadas de rojo y su mágica fábrica de juguetes o la oficina de correos donde llegan las cartas de los niños, todo ello en un entorno idílico de bosques con pinos y abedules.
Además sabrás a cuántos kilómetros de tu ciudad estás, pues hay señales que indican la distancia a las principales ciudades del mundo.
Y no hay que olvidar que el propio Santa Claus está encantado de saludar a los turistas y de felicitar las fiestas en todos los idiomas.
En Rovaniemi además podrás disfrutar de un maravilloso paisaje con montañas nevadas, renos y trineos que miles de personas deciden visitar cada Navidad.
De compras al Nueva York más festivo
Otra tradición navideña algo más actual son las compras. Y qué mejor sitio para gastar el dinero ahorrado para la Navidad que Nueva York, la capital de las tiendas, la moda y las ofertas navideñas de la “Shopping Week”.
La ciudad más famosa del mundo se pone a punto en estas fechas, que muchos piensan que son las mejores para viajar hasta Estados Unidos. Las grandes decoraciones deslumbran la ciudad que nunca duerme, la Nochevieja en Times Square es una de las más impresionantes del mundo y el gigante árbol de Rockefeller Center da por comenzadas las navidades el día que lo iluminan.
Además, quién no ha soñado nunca con dar un paseo en carruaje por Central Park como en las películas románticas americanas o patinar sobre hielo alrededor del abeto más famoso del mundo.
Y la Nochevieja en Nueva York es algo digno de ver, desde 1904 miles de personas se citan en Times Square para ver caer la bola del cambio de año, todo ello en un ambiente de fuegos artificiales, confeti y nieve. Además, para los más tranquilos está el espectáculo pirotécnico del puente de Brooklyn.
Y los más deportistas podrán disfrutar de la Midnight Run de Central Park. La San Silvestre de Nueva York es la mítica carrera de la ciudad estadounidense, que muchos corren disfrazados.
Viena, concierto y fiesta por las calles
El Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena hace que la capital austriaca sea cita obligada para miles de personas de todo el mundo. Conseguir una entrada para entrar al Wiener Musikverein es algo casi imposible, se adjudican por sorteo y al más puro estilo del futbol, muchas personas intentan conseguir una en la reventa eso si, a precios desorbitados. Para el resto de los mortales también es algo especial ver el concierto en la pantalla gigante de la plaza del Ayuntamiento de Viena.
Pero todo Austria no está pendiente del concierto y los autriacos celebran el año nuevo con el Silvesterpfad, donde bailan y prueban delicatesen típicas mientras beben “punch” en un medio del Patrimonio de la Humanidad para la UNESCO que son las calles de Viena.
Los paisajes austriacos en Navidad son dignos de aparecer en las postales navideñas y para los amantes del esquí Austria es un paraíso de este deporte.
Italia con encanto
La Toscana italiana es uno de los destinos preferidos para los enamorados durante todo el año, sus aires relajados y de buena vida atraen a miles de turistas, pero en Navidad la región italiana adquiere un encanto que no lo tiene otro lugar.
Los pesebres y los belenes vivientes llenan las calles de Sienna, Florencia o Arezzo, donde las tiendas se engalanan para vivir la Navidad con el exquisito gusto italiano.
Muy cerca también se puede disfrutar de esta época en la capital italiana. Roma es lugar clave para numerosos católicos que aprovechan la Navidad para visitar el Vaticano, escuchar el mensaje del Papa y presenciar las procesiones que celebran el nacimiento del Niño Jesús.
Roma se llena de fuegos artificiales el 31 de enero y el concierto gratuito de año nuevo es más especial por darse en el Foro Imperial, al lado del mítico Coliseo romano.
Navidad para los románticos
La ciudad más romántica del mundo también es uno de los destinos elegidos por miles de personas para disfrutar de las fiestas navideñas. La Navidad en París es impresionante, el olor a castañas se nota mientras la gente pasea por unos Campos Eliseos decorados o mientras se saca fotos en frente de la emblemática Torre Eiffel más iluminada que nunca con su pista de patinaje sobre hielo justo debajo.
No falta el impresionante árbol de Navidad gigante situado a la entrada de la catedral de Notre Dame y las calles parisinas se llenan de carruseles, tiovivos y mercadillos. Las tiendas hacen representaciones navideñas con muñecos que se mueven, la Galería de Lafayette y el Printemps Departament Store captan la atención de todos los turistas y parisinos.
Para los niños y los no tan niños la Navidad en Disneyland es un lugar lleno de color que traslada a sus visitantes a un auténtico cuento de hadas.
Para los más creyentes, Jerusalén
El lugar exacto donde, se supone, nació el Niño Jesús es uno de los lugares más navideños. Esta vez no trata de sus adornos, sus luces y sus fiestas, si no de las connotaciones religiosas de la fiesta.
Para los que quieran vivir las fiestas de una manera diferente, Jerusalén es un lugar especial en el que visitar la Plaza del Pesebre, donde está la iglesia más antigua del mundo, la Basílica de la Natividad del 335 d.C.
Navidades bronceadas en Australia
Al otro lado del mundo la Navidad se celebra en un clima mucho más veraniego. La, a veces, olvidada Australia recuerda la Navidad y la vive de una forma distinta con sus atípicas tradiciones.
Vivir las fiestas navideñas tomando el sol en las playas de Oceanía es algo que probablemente muchos sueñen.
Para disfrutar del descanso lejos de casa y liberarse del estrés del día a día es algo apetecible pero si también se pueden conocer las tradiciones de un país tan lejano, mejor.
Swag Man es un hombre que se dedica a repartir regalos a los niños, va vestido con sombrero, camisa de tirantes azul y pantalones cortos y su compañero de viaje es un canguro. Suena a Papa Noel veraniego con unos acompañantes bastante originales. Y es que los renos en Australia no se aclimatarían muy bien.
Londres, más espectacular que nunca
La capital británica es uno de los destinos más visitados en Navidad. La ciudad más cosmopolita de Europa celebra las fiestas navideñas por todo lo alto, de fuegos artificiales lanzados desde South Bank, al lado de la London Eye que se pueden ver en la orilla del Thamesis, hasta las decoraciones de toda la ciudad, más impresionantes en los Harrods y el árbol de Navidad más grande de Londres en Trafalgar Square.