…O por lo menos así nos sentimos a la hora de tramitar la visa.
No importa qué tan grande sea la empresa donde trabajas o cuántos ceros tenga tu estado de cuenta; las políticas migratorias de Estados Unidos nos hacen dudar, aunque sea un poquito, acerca de qué tan wetback nos vemos. Por si las dudas, el día de la cita en la embajada te llevas todo un archivo que compruebe tus intenciones de ir a comprar calzones en Victoria’s Secret, y no de casarte con algún gringo desprevenido (Aunque el plan no suene del todo mal).
La única parte difícil es superar la embajada, no porque sea imposible conseguir el visto bueno de los EU para visitar su territorio, eso es sólo la mala fama que le han hecho al trámite. Y hay miles de formas para evitar que te nieguen la entrada; por ejemplo manteniendo un buen historial crediticio o estudiando algo. Como sea, aunque no te vayas “al otro lado” es un hábito saludable. Me tocó ver a una pareja indignada, que le gritaba al cónsul exigiendo una solución, porque les negaron la entrada a ellos y a su bebé. Yo volteaba al techo para ver a qué hora bajaban unos SWAT a calmarlos.
Después de todo el susto, con visa en mano y varios dólares en la bolsa, no se te quitan los nervios. En cada aeropuerto que pisas le pones buena cara a los uniformados; no vaya a ser que te deporten antes de llegar al Outlet.
Todo este nerviosismo no es más que el resultado de una campaña de comunicación muy efectiva que logró en los mexicanos una baja autoestima colectiva, pero ¿Por qué si no tienes intenciones de quedarte a trabajar de jornalero, tienes ese tipo de precauciones? En lo único que es recomendable poner especial atención es al llenar las formas migratorias, y guardarlas muy bien para que no se pierdan; porque si estás boletinado cada vez que pases por la frontera te van a “entrevistar” minuciosamente.
Vaya, para viajar para allá ni siquiera necesitas hablar inglés; en ciudades fronterizas tu español es más que suficiente, y en Nueva York te serviría más el chino. Todo el mundo tiene acento en Manhattan, los raros son los gringos.
¿A ustedes les han negado la visa? ¿por qué? Ese tipo de consejos siempre sirven, dejen sus comentarios. 🙂