En Michigan, Estados Unidos, una joven madre tuvo que pasar por una de las experiencias más difíciles.
Fracturó la pierna de su pequeña hija en 300 ocasiones para que la pequeña pudiera conservarla.
La niña padece de una rara discapacidad, la cadera no se formo correctamente y la pierna izquierda sólo creció hasta la altura de la rodilla derecha.
Los medico dieron a los padres tres opciones para solucionar el problema: la amputación, una prótesis o romper la pierna tres veces al día, para que la extremidad se extendiera 10 centímetros. Decidieron tomarían la tercera opción.
La pequeña Elsie fue sometida a una compleja cirugía, allí los cirujanos pudieron extender su pierna, reconstruir su cadera, el tobillo y la rodilla.
Lo más doloroso vendría después de la operación, ya que su mamá se ofreció para activar el sistema de tornillos sujeto a las prótesis con las que debió separar el fémur de la tibia, para continuar con el tratamiento.
Después de semanas de dolor, se logró el objetivo, extender la corta extremidad.
Con información de Daily Mail.