Oscar, es un perrito ejemplar. Además de ser un fiel compañero, desarrolló la habilidad para comunicarse sin la necesidad de ladrar.
Vive en Briansk, Rusia y desde cachorro le dejó claro a su dueño, Vladimir Shemyakov, que no le gusta esperar en el coche cuando éste se baja. Ni aunque sea por unos segundos.
En donde quiera que su humano se para, el animalito llama la atención de la gente tocando el claxon y aullando al mismo tiempo con mucha insistencia.
Esto, le ha ocasionado sanciones a su dueño por parte de la policía, pues al llamar la atención se dieron cuenta de que estaba estacionado en un lugar prohibido.