Broc Brown nació con gigantismo. Cuando tenía 5 años, ya medía 1 metro y medio. Ahora, a sus 18 años, ha roto el récord del adolescente más alto del mundo con 2.37 metros de altura.
Cuando nació, los doctores le diagnosticaron Síndrome de Sotos y le informaron a su madre que probablemente no viviría más allá de su adolescencia.
Aunque padece dificultades de aprendizaje, tensión en su corazón, una curvatura de su espina dorsal y una angostura en su médula, Broc es feliz, pues un doctor especializado en este síndrome le ha asegurado que podrá tener una vida normal.
Ahora, sólo le queda preocuparse por encontrar ropa y objetos para su tamaño, pues todo su guardarropa y zapatos están hechos a la medida, al igual que su cama y su silla.
Los doctores pronostican que este joven de Michigan siga creciendo 15 centímetros por año, si es así podrá romper el récord del hombre más grande del mundo, título que ahora tiene Sultan Kosen.