Muchos mitos se han elaborado alrededor del semen. Que si es bueno para la piel, que si engorda, que si tiene algún sabor en específico, etcétera. Pero lo primero es saber de lo que estamos hablando. Se trata un liquido que producen las glándulas genitales del hombre, que contiene todos los elementos necesarios para la reproducción.
El semen está compuesto básicamente de nitrógeno, ácido urico, fructosa (el azúcar de las frutas, que le da un sabor y un olor característico), fosforociclina, glucosa, sodio, clorido, amoniaco y ácido ascórbí-co (presente también en los cítricos). Además, también puede presentar elementos como: ceniza, calcio, dióxido de carbono, colesterol y cretina. Esta composición del semen puede variar en cada persona.
Él liquido seminal es uno de los componentes del semen, protege a los espermatozoides que lleva consigo. Los espermatozoides son producidos por los testículos a partir de una célula llamada espermogonias, transformándose primero en espermatozoides primarios y luego en espermatocitos secundarios, los que finalmente dan a lugar propiamente a los espermatozoides.
Sobre sus propiedades cosméticas, lo cierto es que diversas sustancias de origen orgánico son buenas para la piel en razón de su contenido proteínico y otros factores, como la placenta. Sin embargo, el semen humano no ha sido motivo todavía de una utilización industrializada de sus propiedades.
El semen sí tiene calorías pero son entre cinco y quince. Además el líquido seminal también contiene vitamina C, fructosa, proteínas, ácido cítrico, ácido ascórbico, sustancias alcalinas y un poco de hierro. La ingestión de semen difícilmente pueda producir aumento de peso, para hacerlo habría que ingerir cantidades muy grandes cotidianamente.
Respecto al sabor, el semen no es único, ya que depende en gran medida de la dieta y otros factores de índole personal de quien lo produce. Sin embargo, este liquido ligeramente viscoso, de temperatura un par de grados mayor que la temperatura del cuerpo, es agridulce con ligero perfume a menta o a distintas savias de plantas frutales.
Esto se debe a que uno de los componentes del semen es la fructosa, un azúcar que se encuentra en al fruta, y a la presencia en mayor o menor proporción del ácido ascorbico, siempre presente en los cítricos y otras frutas frescas.
¿Es malo tragar semen? Hasta el momento no hay indicación científica alguna que señale la peligrosidad de la ingestión del semen. Ninguno de sus componentes ofrece peligro alguno para la salud humana. Tampoco se han encontrado razones como para recomendar su consumo cotidiano.
Fuente: Siglo 21