Por Armando Guajardo– Hace apenas 4 años que la compañía Disney compró la empresa de George Lucas, Lucasfilm, con la que se prometía que además de una nueva trilogía de Star Wars, habría spinoffs de historias alteatorias. Esto, con el objetivo de hacer una película por año, siguiendo los pasos de las otras filiales de la empresa como Pixar y Marvel. Los nuevos capítulos de la saga abarcaban toda nuestra atención, pero esos spinoffs nos dejaban un poco escépticos de lo que la compañía del ratón pretendía hacer. Pero nuestras dudas han terminado con el estreno de la primera de ellas, Rogue One: Una historia de Star Wars, que se estrena este fin de semana en todo el mundo.
Para los que tengan dudas sobre esta cinta, no se trata de un episodio de la saga por decirlo así, sino es una historia alterna, que trata sobre los rebeldes que robaron los planos de la estrella de la muerte, acontecimientos que suceden poco tiempo antes de Episodio IV: Una nueva Esperanza, la película original dirigida por George Lucas, en 1977.
Yo que crecí con la trilogía original, me es grato saber que estas películas se mantienen como un clásico del séptimo arte en muchos niveles, desde la historia, personajes, efectos visuales, y son todo un ícono de nuestros tiempos. Cuando salieron las precuelas fueron de alguna manera un poco decepcionantes, ya que tenían una gran historia y una creatividad desbordante, pero también muchos defectos. El año pasado, todo cambió con la llegada de Episodio VII, El despertar de la Fuerza, dirigida por JJ Abrams, que recuperó la confianza de gran parte del público. Pero Abrams, como si fuera un director técnico de un equipo de futbol en busca de un campeonato, jugó mesurado y a la segura. Temeroso, pero efectivo. Eso no le gustó a muchos, ya que era una versión muy similar al Episodio IV. En esta ocasión, pocos podrán hablar mal de Rogue One.
Tengo que decir que mis respetos para todos los involucrados, y me pongo de pie con lo que lograron. Rogue One es un gran triunfo en todos los sentidos. La historia está muy bien contada, con personajes interesantes y con los que nos identificamos aunque a muchos no los conocemos. Los guionistas Tony Gilroy (La saga Bourne) y Chris Weitz hicieron muy bien su trabajo al hacer atractiva una historia que sólo habíamos visto en el texto de Una Nueva Esperanza , que aunque sabíamos en gran parte como terminaría la historia, la resolvieron muy bien y nos mantuvieron con suspenso en todo momento. También hicieron su tarea de meter pequeños guiños, no sólo de la trilogía original y de las precuelas, sino que hay además elementos de las revisiones de los guiones de Star Wars que no llegaron a la pantalla. Incluso, homenajes al cine de samurais de Akira Kurosawa, que fueron una gran influencia de Lucas.
Hay un gran genio creativo detrás de esta cinta, y se trata de John Knoll, co-creador del Photoshop y supervisor de efectos por muchos años en Industrial Light & Magic, ya que fue a él a quien se le ocurrió esta idea de esta historia. También fungió como supervisor de fx en la película, logrando un gran trabajo, en el que seguramente estará nuevamente nominado al Oscar. Pero quien más honor merece es el director Gareth Edwards, quien tan sólo hace 6 años hizo su ópera prima, la pequeña cinta independiente llena de efectos visuales, Monsters, de la que él se encargó de hacer prácticamente todo. Esto le dio la oportunidad de hacer Godzilla (2014), que a mi gustó no me convenció del todo, pero con Rogue One logró convencernos a todos de su gran calidad como director.
El cast es muy bueno con mucho talento involucrado. Felicity Jones, una actriz nominada al Oscar por La Teoría del Todo, cumple muy bien como la protagonista. Con mucho orgullo como mexicano, me da mucho gusto ver a Diego Luna que hizo muy bien su trabajo, como el sidekick de la protagonista. Además, hay buenos actores experimentados de soporte, como Forrest Whitaker, Mads Mikkelsen y Ben Mendelsohn. Destaca demás el actor asiático Donnie Yen (Ip Man). Esta cinta es la primera de Star Wars cuya música no fue compuesta por John Williams, quien está actualmente trabajado en el Episodio VIII. Pero éste trabajo cayó en manos de Michael Giacchino, compositor talentoso y que muchos opinamos que es el siguiente Williams, así que no había nadie mejor para este trabajo.
Es una película sumamente entretenida, para toda la familia. Tiene secuencias de violencia, tal vez no aptas para niños muy pequeños. La cinta es clasificación PG13 (o B en México). Disney ha tenido un año excelente en todas sus filiales. Desde El Libro de la Selva en película de acción en vivo, Moana y Zootopia, en el área de animación, Buscando a Dory con Pixar, Civil War y Dr. Strange con Marvel, y cierra con broche de oro con Rogue One. Han hecho un gran trabajo y eso nos da confianza para lo que sigue. La fuerza está con Disney, y esperamos así sigan por mucho tiempo.