El pasado de la actual campeona mundial de pesos superligero del Consejo Mundial de Boxeo no fue nada sencillo. Érica Farías está viva gracias al boxeo, luego de sufrir maltrato de género.
“Estoy viva gracias al boxeo, literalmente. Me curtió de coraje para decidir ser una mujer libre y no terminar en la camilla de una fría morgue, como sí terminan muchas chicas que padecen violencia de género”, dijo la argentina.
Farías es conocida en el mundo del pugilismo como “La Pantera”, gracias a su piel morena y a sus ágiles movimientos arriba del ring. Además es considerada como una de las mejores boxeadoras del mundo.
Sin embargo, reconoce que su logro más grande lo consiguió fuera del ring: atreverse a confesar a su círculo íntimo que su ex novio la golpeaba.
“La relación duró apenas un año, pero el calvario fue tal que pareció durar cinco. Era un tipo muy agresivo, física y psicológicamente. Me tenía totalmente sometida, sin reacción. Casi me hizo abandonar los entrenamientos porque me decía que el boxeo era sólo de hombres. Eran tantas las ganas de ser boxeadora que, a pesar de su negativa y su violencia, yo prefería someterme a sus golpes y seguir adelante con mi sueño. Siempre hacía lo imposible para ocultarlo a mi familia, hasta que un día no pude mentirle más y pedí ayuda”, confesó “La Pantera” en entrevista al periódico La Nación.
El caso de Farías ocurrió en el 2006, año en el que abandonó el boxeo por la agresión y el daño amoroso y se puso a limpiar casas para sobrevivir.