Un joven de 25 años desapareció el pasado domingo luego de dejar la plantación de aceite de palma en la que trabajaba. Se trata Akbar, habitante de la isla indonesia de Sulawesi.
Después de 24 horas de su desaparición, la policía que realizaba su búsqueda encontró una inmensa serpiente pitón reticulada de siete metros de largo en las proximidades de la plantación.
En su interior, se encontraba el cuerpo de Akbar, de una pieza y con toda la ropa puesta.
Se trata de uno los reptiles más largos del mundo, que siempre engulle a sus víctimas enteras, después de haberlas asfixiado. Las pitones no suelen matar y comer humanos, aunque sí se tiene constancia de casos en los que se han llegado a comer niños pequeños y animales.
Un portavoz de la policía explicó que “no lo encontraban (Akbar), pero los habitantes del pueblo vieron a una pitón inmóvil en la cuneta. Empezaron a sospechar que quizás la serpiente tenía a Akbar. Cuando la abrieron, Akbar estaba dentro de la serpiente”.
“La gente escuchó llantos provenientes de la plantación de palma la noche anterior a que Akbar fuese encontrado en el estómago de la serpiente”, comentó el secretario del pueblo, Salubiro Junaidi, a The Jakarta Post. “Cuando la serpiente fue capturada, las botas que Akbar llevaba eran claramente visibles a través del su estómago. Los residentes cortaron la barriga de la serpiente y vieron a Akbar estaba sin vida”.
Generalmente, las pitones evitan los asentamientos humanos, pero han encontrado en las plantaciones de aceite de palma un buen lugar para cazar jabalíes, primates y perros.
Con información de Playground
