Mi Amiga Cayla, del fabricante Genesis Toys, con base en Hong Kong, se hizo una noticia de alerta mundial cuando fue asociada con un posible hackeo, el cual obligó al gobierno alemán a emitir la advertencia: “Destrúyanla con un martillo o enfrenten multas”.
La investigación fue llevada delante por el Departamento de Justicia de los EEUU y la Unión Europea por la supuesta recolección ilegal de datos personales de millones de niños, ya que el juguete mantiene conversación con ellos.
El 17 de febrero, el Organismo Federal Alemán de Control de Redes, que funge como el órgano mayor de control de telecomunicaciones del país, emitió una orden de destrucción de Mi Amiga Cayla, además de prohibir su venta, compra y posesión.
De acuerdo con Wall Street Journal, Jochen Homman, presidente del organismo conocido como Bundesnetzagentur, aseguró que esta estrategia se tomó para “proteger a los más indefensos” de la sociedad ante los posibles ataques de espionaje.
Con información e imágenes de Infobae