Días después de la muerte de Aaron Hernández en la cárcel, se dio a conocer que la ex estrella de los Patriots de New England dejó tres cartas póstumas, una para su hija, otra para su prometido y otra para su amante. Las cartas fueron descubiertas junto a una Biblia que dejó abierta en la página del versículo Juan 3:16
De acuerdo con información del DailyMail, el amante de Hernández era un chico recluido en la misma cárcel llamado Kyle Kennedy.
Kyle, de 22 años, fue la última persona que vio al ex New England vivo y ahora está en vigilancia.
Las fuentes detallaron al diario británico que el ex jugador de la NFL tenía semanas planeando suicidarse. Incluso, regaló la mayoría de sus pertenencias personales a sus compañeros en prisión.
Los informes afirman que Hernández tuvo un registro violento en prisión, incluyendo peleas con otros presos, pero nunca intentó suicidarse.
Con información de Mediotiempo