Además de manchas, arrugas y pérdida de elasticidad, hay otros indicadores que reflejan el envejecimiento en la piel, como son los lunares de sangre (lunares rojos) también conocidos como puntos rubí, que se asocian con la edad cutánea tanto de mujeres como de hombres.
La directora del Centro Dermatológico de Alta Especialidad (CEDAE), Jatziri Chávez, explicó que las manchas de color rojo intenso se presentan como resultado de la dilatación de los vasos sanguíneos situados en la dermis.
Destacó que la aparición de estas significativas manchas en la piel comienza a partir de los 40 años, sobre todo en zonas como el tórax, el cuello, los brazos y las piernas, aunque las personas de piel blanca son más susceptibles a presentarlos, principalmente quienes se han expuesto al sol sin la protección adecuada.
La especialista indicó que por lo regular estos lunares tienen un tamaño entre uno y dos milímetros, con la posibilidad de que crezcan, y aunque los puntos rubí son indoloros, podrían sangrar en exceso si llegan a lastimarse.
“Estos tumores vasculares son de tipo benigno, es decir, no tienen ninguna implicación para la salud, pero pueden tener repercusión en la imagen de las personas”, aclaró mediante un comunicado.
Jatziri Chávez detalló que la forma de erradicarlos es a través de la extirpación, ya sea mediante una electrocirugía, que consiste en dar un punto de calor en el lunar, o con un láser de CO2 (radiación infrarroja).
Expuso que eliminar los “nevos cherry” no garantiza que dejen de aparecer en otras áreas de la piel con el paso del tiempo, pueden manifestarse en mujeres embarazadas pero suelen desaparecer una vez que dan a luz, pero también en jóvenes y en personas mayores.
Ante ello, agregó, es recomendable explorar de forma periódica la piel y ayudar a identificar y monitorear las manchas y su desarrollo, a fin de detectar de manera oportuna si se trata de algún cuerpo maligno.
Con información de Notimex