El pasado 21 de abril en Los Ángeles, California, nació el cuarto hijo de James Christian “Jimmy” Kimmel, William John “Billy” Kimmel, pero el pequeño no recibió suficiente oxigeno a la hora del parto.
“Fue un parto fácil. Pujó seis veces y ya estaba afuera. Parecía ser un bebé normal y saludable hasta tres horas después del nacimiento. Le presentamos a su hermana de dos años y medio. Ella fue muy dulce con él. Estábamos contentos. Todo estaba bien. Mi esposa se relajaba en la cama”, contó Kimmel al comienzo del emocionante monólogo que dio en su programa, que se emite por ABC.
No obstante, una enfermera se dio cuenta que había un problema con Billy, “lo estaba revisando, notó un susurro en su corazón. Es algo común en los bebés recién nacidos. Pero también notó que estaba un poco violeta, lo cual no es común. La habitación se empezó a llenar de médicos y de enfermeras. Comenzaron a traer equipamiento”.
El síntoma más notorio era que el pequeño no recibió suficiente oxígeno en la sangre.
“Le hicieron rayos X y los pulmones estaban bien, lo que significa que su corazón no lo estaba. Así que entraron más médicos, enfermeras y equipos. Fue algo aterrador. Mi esposa estaba en la sala de recuperación y no sabía nada. Le hicieron un ecocardiograma y descubrieron que Billy había nacido con una enfermedad cardíaca, algo llamado Tetralogía de Fallot con Atresia Pulmonar”.
Billy nació con dos problemas graves: la válvula pulmonar estaba bloqueada, lo que impedía la oxigenación de la sangres, y también tenía un agujero en la pared que divide el corazón entre el lado izquierdo y el derecho.
Con apenas horas de nacido, Billy fue operado por el Dr. Vaughn Starnes.
“Pusieron al bebé en una ambulancia y lo llevaron al Hospital de Niños de Los Ángeles. El lunes a la mañana, el Dr. Starnes le abrió el pecho y le arregló uno de los dos defectos del corazón. Entró con el bisturí e hizo una especie de magia que no podría ni siquiera empezar a explicar. Abrió la válvula y la operación fue un éxito. Fueron las tres horas más largas de mi vida”, confesó el presentador.
Asimismo, Jimmy Kimmel aseguró que su hijo deberá entrar a quirófano, nuevamente, dentro de tres a seis meses para cerrar el agujero del corazón. Además cuando entre en la adolescencia deberán intervenirlo por tercera vez, para reemplazar la válvula que tiene ahora.
Sin embargo, por el momento Billy está bien, y su padre lo demostró compartiendo una foto de él horas previas a la cirugía.