Un hombre fue sentenciado a 248 años de cadena perpetua por prostituir a varias niñas menores de edad en Greeley, Colorado.
Se trata de Paul Burman, quien recibió la sentencia máxima posible tras ser encontrado culpable de 32 cargos.
“Él me forzó a hacer cosas que creía imposibles. Me violó y me hizo sentir un ser humano sin ningún valor” dijo, una de las víctimas en la audiencia realizada el pasado miércoles.
Este hombre sedaba a las menores con drogas y alcohol, les daba pequeñas cantidades de dinero y reservaba habitaciones de hotel para que tuvieran encuentros sexuales con hombres. El dinero que las mujeres recibían iba directamente al acusado.
Varias personas involucradas testificaron que además Burman utilizaba tratos abusivos y violentos para que las victimas se prostituyeran, además, las castigaba golpeándolas y violándolas si no ganaban dinero suficiente en las actividades de prostitución o si le respondían.
Esta es la sentencia más alta que se ha dado a una persona por tráfico humano en la historia de Colorado. Las víctimas aseguran que el acusado es incapaz de cambiar y será un agresor recurrente.
Burman estaba convicto por los siguientes cargos:
Tráfico humano para esclavitud sexual
Arruinar a un menor – Induciendolo a la prostitución
Inducir a menores a la prostitución X2
Arruinar a un menor – Ordenandole Prostituirse X3
Patronizar a un menor X2
Proxenetismo X3
Proxenetismo a un menor X2
Adquisición de un menor X2
Explotación sexual a un niño
Solicitar prostitución infantil X3
Sobornar a testigos y victimas
Contribuir en la delincuencia de un menor X3
Abuso Sexual
Tentativa criminal de cometer Tráfico humano para esclavitud sexual
Tentativa criminal de cometer Proxenetismo
Arruinar a alguien – Induciendolo a la Prostitución
Explotación Sexual de un Niño