Kalu, el perro que tras haber sufrido un grave accidente, se escondió en el agujero de una obra en construcción para morir.
Los vecinos reportaron de su presencia y la protectora ‘Animal Aids’ acudió a su rescate, lo cuidó, le dio alimento, cariño y atendió sus heridas.
Tres meses después de llegar a su nuevo hogar, Kalu volvió a correr y jugar, además de que parte de su rostro comenzó a crecer de nuevo.
Sin embargo, le fue imposible recuperar su ojo izquierdo, pero el personal del refugio está animado por su nuevo aspecto y alegría.
“Su recuperación es realmente una de las más impresionantes y milagrosas que hemos visto”, dijeron.