Sarah Palin, reina del ‘Tea Party‘ respondió así a todos aquellos que la responsabilizan del ataque a la demócrata Gabrielle Giffords: “Odio la violencia. Odio la guerra. Y nuestros hijos no conocerán la paz si los políticos sólo buscan sacar provecho al intentar presentar a cualquiera como alguien que incita al terror y la violencia“.
El ‘Tea Party‘ está hoy en el ojo del huracán. Este movimiento conservador, nacido en 2009, pretende reducir la intervención del gobierno, recuperar los valores de la derecha cristiana, combatir la inmigración ilegal, e impedir la agenda de cambio de Barack Obama.
Aunque no es un partido político, ni tiene candidatos oficiales, el ‘Tea Party‘ apoyó a varios candidatos Republicanos en las elecciones de noviembre pasado, y 18% del electorado ya se considera su simpatizante. Un tren recorrió gran parte de Estados Unidos para este propósito, con Sarah Palin como su cara más visible; la mujer que aprovechó el momento político para recuperar su relevancia política, y ayudar a levantar al partido Republicano.
Ahora, muchos esperan una disculpa de Palin por el incidente con Giffords en Tucson. “No sé si es correcto achacar toda la culpa a Palin por lo ocurrido, pero lo que sí es seguro es que fue muy mala idea haber puesto (a Giffords) en la mira de los conservadores. Sería de agradecer que Palin diera la cara, si no para ofrecer disculpas, sí para reconocer que fue un error”, dijo el ex congresista demócrata Chris Carney.
Con información de El Universal