El uso constante del celular es un hábito que ocasiona diversas alteraciones en las conductas y salud de los menores, adolescentes y jóvenes por la exposición prolongada a los contenidos de redes sociales.
El director de Salud Mental de la Secretaría de Salud estatal, Félix Higuera Romero, explicó en entrevista que en términos oficiales el uso prolongado del teléfono móvil no se ha catalogado como una adicción.
Señaló que se trata de un hábito perjudicial, así como existen otros como el consumo excesivo de determinados alimentos estimulantes entre los que se encuentran las bebidas azucaradas o la comida chatarra.
Planteó que aún no se considera el uso del celular una adicción porque tiene diversas vertientes, como sería el caso de un empresario que usa el dispositivo a diversas horas del día para su trabajo, sin exponerse a contenidos perjudiciales.
Consideró que no es la misma situación la de un adulto a la de un adolescente o joven se exponga a esto, puesto que una persona mayor ya maduró su ser, mientras que el menor está en un proceso de aprendizaje del cerebro.
Fuente: Vanguardia