Hungría, Austria, República Checa, Holanda y Eslovaquia anunciaron ayer el restablecimiento de los controles en sus fronteras pocas horas después de que Alemania tomara la misma decisión.
Europa se muestra preocupada por la llegada masiva de migrantes al país que este año podrían alcanzar un millón.
La decisión de Berlín, que suspende de facto el espacio Schengen de libre circulación de personas en Europa, puso todavía más presión a los ministros de la Unión Europea que este lunes se reúnen en Bruselas para tratar la cuestión.
Austria “hará lo mismo que Alemania (…) y llevaremos a cabo temporalmente controles en las fronteras”, dijo la ministra de Interior austriaca, Johanna Mikl-Leitner.
Hungría cerró el principal paso fronterizo con Serbia, por donde ingresaban al país miles de migrantes.
Mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, enfrentó un conato de rebelión en su partido y una andanada de críticas por ordenar súbitamente reforzar las fronteras después de abrir las puertas del país a los refugiados.