El carrete filipino es una técnica sexual originaria de los burdeles filipinos, cuyas prostitutas son diestras en el uso y abuso de todo tipo de trucos para maximizar el placer de sus clientes.
Esta técnica milenaria fue pasando de madres a hijas a través de los siglos, hasta llegar a nuestros días.
¿Qué se hace?
Consiste en atar un cordón o hilo a la base del pene, para así constreñirlo y, de esta forma, alargar el coito e intensificar el orgasmo.
El cordel se ata al pene ya erecto y se oprime suavemente durante la felación y la masturbación, para luego apretarlo más durante el coito.
Las más expertas saben apretar y soltar el hilo en el momento preciso, para hacerse con las riendas del clímax de su pareja.
La técnica resulta placentera por la acumulación de sangre en los cuerpos cavernosos. La mujer debe aflojar el carrete en el momento en que se desee liberar la eyaculación, que es espectacular, ya que se incrementa la sensibilidad del pene.
¿Se animan a probar el carrete filipino?
